Skip to content
Archivo Caliescribe
Archivo Caliescribe
  • Confidenciales
  • Cali: Ciudad y ciudadanos
  • Reporte urbano
  • Política
  • Economía
  • Deporte
  • Columnistas
  • Archivo
  • Ver contenidos recientes
Archivo Caliescribe
char_yayita

De síndromes, muñecas, lactadas y puchecas

Pedro Corrosivo, 6 May, 2011

Por: Pedro Corrosivo

Me perdonan las mujeres, ¡esos raros seres!, pero en esto del diario escribir, considero necesario a ellas aludir. Y lo hago querido lector, porque hoy por hoy en esta bella villa, sí, en nuestra querida Sultana, ha surgido con mucha fuerza, aunque nuestro venerable y santísimo Arzobispo Sarasti no lo acepte, toda una floreciente industria. La Industria de la Belleza. Sí, de la Belleza mi querido Pacorro. Porque aunque tú eres un poco desdeñoso de todo lo que tiene que ver con las féminas, debo decirte que a partir de los años 90, ellas cayeron en cuenta, que para conquistar un hombre bacán, en vez de vivir haciendo pucheros, mejor era usar sus atributos lecheros. Y ni bobas ni perezosas rapidito tomaron conciencia, que los hombres, en su más pura esencia, sin importar condición o edad en especial, vivimos bajo el síndrome de la “tierna infancia”.

¿Y qué diablos es ese tal síndrome, me preguntarás Pacorro? Bueno mi querido amigo, aunque esto tiene poco que ver conmigo, por cuanto soy hombre puro y casto, este interesante y poco conocido complejo de acuerdo y según el glosario médico que intrigado investigué, implica que, palabras textuales: “atendiendo a la idiosincrasia humana, todo hombre en condición viril y sana, al ver un par de puchecas, de ésas que lucen tantas muñecas, íntimamente quisiera estar, en permanente actitud de lactar”. (Ver “Síndromes de la humanidad” Glosario médico. Universidad de Barcelona. España 1954, Pág. 35).

Pues el hecho es que desde que ellas tomaron conciencia de este raro complejo varonil, toda mujer, ya sea joven o medio jecha, por necesidad o simple placer, tranquila puede exclamar: ¡ahora sí que estoy hecha! Que lo importante es darse gusto, y pronto hacerse operar el busto, buscando un buen cirujano, pero eso sí, que tenga excelente mano. Pero claro, digo yo, que la candidata, sino quiere meter la pata, primero tendrá que decidir, el tamaño que querrá lucir. Porque habrá aquella que añorando su peso aliviar, las querrá tener chiquiticas, o la que teniéndolas pequeñitas, grandototas las querrá llevar. Obviamente y aunque ellas no me lo están pidiendo, les doy mi desinteresado consejo. Lo mejor es que, Previo a una decisión y antes de la operación, evalúe el tamaño del busto, que para su gusto, usted orgullosa querrá portar.

Y yo, sinceramente y arriesgándome a que mi mujer me dé rejo, continúo para bien de todas con mi consejo. Por ejemplo y de verdad créame, la que tiene pucheca pequeñita, siempre lucirá más jovencita. Esto, como dicen los abogados, es verdad sabida y buena fe guardada. Y para no ir muy lejos, era caso de mi tía Inés, que por cada pechuga tenía una nuez, y al montarse en el carro adelante, nunca tuvo problema con el volante. Y obvio podía hacer ejercicio bastante, sin caerse para adelante. Pero como tampoco quiero pecar de injusto, analicemos el otro busto. Cuándo ella las tiene grandototas y como pesadotas, tendrá un lugar, donde cosas como el dinero o tal vez el llavero podrá guardar y seguramente nunca volverá a extraviar. Pero el mejor momento, y donde seguramente es todo un acontecimiento, será cuando en los parques del norte, le dé por hacer deporte y en vez de caminar, briosa se pone a trotar. Y obviamente en una piscina, ¡qué es eso de nadar! no se vaya a preocupar que facilito podrá flotar. Además y para terminar, si usted gafas debe usar, siempre tendrá un lugar en mente, para recostar con seguridad el lente.

Claro que la voy a alertar, para que después no me vaya a culpar, que previo a cualquier manipuleo, y obviamente reitero, según como yo lo veo, un verdadero Doctor, con recato y sin mucha bulla, le debería dar un catálogo a todo color, para que con certeza usted pueda escoger la suya. Y como pretendo ser con usted bien veraz y atento, para que más adelante no se asombre, ni me vaya a culpar ante un posible arrepentimiento, debo decirle para su conocimiento, que hoy por hoy a cada una le han puesto nombre. Y paso entonces a describirle las más conocidas, que desde luego son las más apetecidas.

El “Estilo Biberón” para su información, es cuando son medio alargadas, casi que entubadas y eso sí, larguísimo el pezón. El hecho es que usted las verá por doquier, y no las reconocerá por la mujer, sino por el novio o marido, que les aseguro tendrán boca de silbido. Y las “Mega-Silicona 420” donde su dueña a cada rato siente, a decir verdad, como si estuviera en pelea permanente, con la ley de la gravedad. ¿Y seguramente ha oído de la “Bíblica” mi Señora? Este es un estilo que mucho marido añora, y no es diseñada para una cristiana, ni menos para mujer enana, pero es grande y abultada, como para una buena lactada y su idea surgió de un tal Juan, evocando el seno de Abraham. ¿Y qué tal el estilo “Nuez moscada” de apenas una pulgada? ¿O el estilo “Empitonada “tan común y corriente y siempre presente en cualquier becerrada ? O ya para terminar, que tal la “Sofía Vergara“, pucheca que le puede salir un poco cara, pero es bonita y delicada, aunque más caída que parada.

Y de verdad que lo siento, pero por carecer de espacio y tiempo hasta aquí puedo avanzar con mi cuento. Pero por favor, no se ponga en manos de cualquier pelagato, consígase un buen galeno, con mucha experiencia en esto del seno, es decir, alguien que las opere desde hace rato. Y no le será difícil hallar el mejor, simplemente obsérveles el rostro, que todos los buenos cirujanos, por andar con tanta tetiada, van cogiendo cara como de cuajada. Y tenga en cuenta que cualquiera sea la escogencia, todo este asunto tiene su ciencia y por tanto prepárese para pagar, recuerde que lo que le van a manipular, como decía mi tío Nico, “no es cualquier lagaña de mico”.

Y ya para dejar esta escritura lista, déjeme darle mi último consejo señora, bajo ningún punto de vista, vaya a aceptar el estilo “Cebollera”, que es pucheca súper común en mucho matrimonio, en que el marido al verla, y esto está bien comprobado, por alguna extraña razón, irrumpe en un llanto profundo.
 

Uncategorized

Post navigation

Previous post
Next post

Esta viendo los contenidos del archivo histórico de Caliescribe entre abril 2011 y noviembre de 2023.

Ver contenidos recientes
  • November 2023 (108)
  • October 2023 (171)
  • September 2023 (162)
  • August 2023 (142)
  • July 2023 (163)
  • June 2023 (113)
  • May 2023 (116)
  • April 2023 (141)
  • March 2023 (110)
  • February 2023 (106)
  • January 2023 (94)
  • December 2022 (99)
  • November 2022 (143)
  • October 2022 (138)
  • September 2022 (97)
  • August 2022 (130)
  • July 2022 (124)
  • June 2022 (118)
  • May 2022 (109)
  • April 2022 (120)
  • March 2022 (106)
  • February 2022 (101)
  • January 2022 (104)
  • December 2021 (84)
  • November 2021 (152)
  • October 2021 (246)
  • September 2021 (209)
  • August 2021 (168)
  • July 2021 (203)
  • June 2021 (175)
  • May 2021 (177)
  • April 2021 (132)
  • March 2021 (147)
  • February 2021 (134)
  • January 2021 (87)
  • December 2020 (90)
  • November 2020 (138)
  • October 2020 (151)
  • September 2020 (135)
  • August 2020 (183)
  • July 2020 (179)
  • June 2020 (185)
  • May 2020 (177)
  • April 2020 (171)
  • March 2020 (181)
  • February 2020 (196)
  • January 2020 (127)
  • December 2019 (158)
  • November 2019 (173)
  • October 2019 (179)
  • September 2019 (167)
  • August 2019 (198)
  • July 2019 (168)
  • June 2019 (192)
  • May 2019 (167)
  • April 2019 (161)
  • March 2019 (203)
  • February 2019 (168)
  • January 2019 (162)
  • December 2018 (180)
  • November 2018 (188)
  • October 2018 (185)
  • September 2018 (221)
  • August 2018 (175)
  • July 2018 (206)
  • June 2018 (230)
  • May 2018 (237)
  • April 2018 (198)
  • March 2018 (218)
  • February 2018 (175)
  • January 2018 (169)
  • December 2017 (202)
  • November 2017 (189)
  • October 2017 (198)
  • September 2017 (224)
  • August 2017 (194)
  • July 2017 (206)
  • June 2017 (197)
  • May 2017 (196)
  • April 2017 (215)
  • March 2017 (185)
  • February 2017 (130)
  • January 2017 (108)
  • December 2016 (162)
  • November 2016 (126)
  • October 2016 (170)
  • September 2016 (149)
  • August 2016 (145)
  • July 2016 (152)
  • June 2016 (140)
  • May 2016 (114)
  • April 2016 (166)
  • March 2016 (137)
  • February 2016 (149)
  • January 2016 (168)
  • December 2015 (142)
  • November 2015 (149)
  • October 2015 (208)
  • September 2015 (168)
  • August 2015 (188)
  • July 2015 (161)
  • June 2015 (149)
  • May 2015 (161)
  • April 2015 (143)
  • March 2015 (142)
  • February 2015 (148)
  • January 2015 (161)
  • December 2014 (155)
  • November 2014 (174)
  • October 2014 (149)
  • September 2014 (149)
  • August 2014 (164)
  • July 2014 (150)
  • June 2014 (141)
  • May 2014 (170)
  • April 2014 (145)
  • March 2014 (171)
  • February 2014 (128)
  • January 2014 (120)
  • December 2013 (116)
  • November 2013 (179)
  • October 2013 (143)
  • September 2013 (146)
  • August 2013 (157)
  • July 2013 (150)
  • June 2013 (163)
  • May 2013 (155)
  • April 2013 (128)
  • March 2013 (141)
  • February 2013 (127)
  • January 2013 (112)
  • December 2012 (149)
  • November 2012 (120)
  • October 2012 (130)
  • September 2012 (189)
  • August 2012 (132)
  • July 2012 (122)
  • June 2012 (145)
  • May 2012 (134)
  • April 2012 (126)
  • March 2012 (146)
  • February 2012 (120)
  • January 2012 (137)
  • December 2011 (151)
  • November 2011 (131)
  • October 2011 (142)
  • September 2011 (124)
  • August 2011 (133)
  • July 2011 (151)
  • June 2011 (122)
  • May 2011 (141)
  • April 2011 (77)
©2025 Archivo Caliescribe | WordPress Theme by SuperbThemes