Por Luz B. Jiménez/Pablo Borrero
En encuesta reciente publicada en el diario EL PAIS del 4 de enero de 2015 el alcalde Guerrero se compromete a sacar adelante algunos proyectos pendientes, con los cuales aspira recuperar su credibilidad perdida durante los tres años de su mandato, no obstante que su gestión ha sido reconocida por un sector social y económico de la ciudad beneficiado con sus decisiones administrativas, mientras que la mayoría de la población caleña continúa esperando la solución a sus problemas más sentidos y acuciantes que afectan directa e indirectamente sus intereses individuales y sociales. Entre tanto el alcalde aspira a que su sucesor en el cargo continúe desarrollando la visión de ciudad que se ha impuesto a los caleños, fundada esencialmente en la economía de servicios con miras a atraer el capital financiero nacional e internacional, que conlleva a una mayor concentración de la riqueza y de la explotación económica del trabajo e incrementará la desigualdad social entre las clases y grupos sociales.
Desde el punto de vista fiscal el alcalde Guerrero anuncia en la encuesta que su propósito es consolidar la hacienda pública y el catastro municipal para obtener más ingresos derivados del aumento de los impuestos, lo cual se viene cumpliendo generando una situación de injusticia e inequidad con los sectores populares y medios de la población sobre los que se descarga todo el peso de los tributos. Así mismo manifiesta que consolidará a EMCALI, lo cual significa que hará realidad el proyecto de “fortalecimiento” de la empresa mediante la capitalización de Telecomunicaciones y la entrega eventual en concesión del servicio de acueducto tal como sucedió en el caso de la prestación del servicio de aseo y recolección de las basuras. Y en cuanto al problema del agua que padecen 800 mil caleños que obtienen tal recurso del río Cauca propone extraer el preciado liquido de los pozos artesianos construidos hace 20 años en el Distrito de Aguablanca, cuya potabilidad deja mucho que desear debido a la carga de minerales que contiene el agua, particularmente de hierro y que el alcalde pretende mitigar con la promesa de atenuar su sabor instalando plantas de depuración, que no garantizan su potabilización ni los riesgos que se generan para la salud de los usuarios.
Por otra parte el alcalde dice que le preocupan los problemas relacionados con la movilidad, los cuales no parecen tener solución a corto plazo, en tanto se autoriza un incremento de la tarifa en favor de los operadores del MIO que han incumplido los compromisos adquiridos de aumentar la flota de buses que hoy son insuficientes para atender la demanda creciente de pasajeros, a todo lo cual se suma la inexistencia de una infraestructura adecuada para resolver las fallas del sistema, que atraviesa por una especie de quiebra técnica y financiera que se trasladará a los usuarios vía tarifa y al presupuesto municipal mediante el otorgamiento de subsidios a la tarifa de transporte.
Por lo demás el señor alcalde se dispone al cabo de su mandato a ejecutar en materia de inversión la suma de 91 mil millones de pesos para atender las necesidades de los TIOS (territorios de inclusión y oportunidades), al igual que en educación, desayunos y almuerzos a una amplia población infantil que conjuntamente con la multimillonaria contratación de obras viales y de otra índole hacen parte del nuevo proyecto de inversión y de gasto público a través del cual se alimentan los negocios derivados de la alianza publico privada, que sirven de base de sustentación, afianzamiento y reproducción de los antiguos nuevos dirigentes al frente del poder municipal.
Mientras tanto cunden las disculpas del alcalde al no poder atender con eficacia y eficiencia los asuntos relacionados con la seguridad ciudadana, el desorden del tráfico, la ocupación ilegal del espacio público, el incremento de la informalidad, la precariedad en la prestación de los servicios de salud, vivienda, que se han convertido en una constante que atenta contra el bienestar de la comunidad.
Por fortuna vastos sectores de la población caleña están dispuestos a no permitir la sucesión cuasimonárquica y autoritaria de los representantes de la clase dominante que actualmente gobiernan a la ciudad, frente a la cual se empieza a gestar un gran movimiento de unidad y de lucha política y social que de consolidarse podrá imprimirle a la capital un nuevo rumbo que realmente promueva el bienestar general y aplique la democracia participativa y decisoria, principios estos fundantes del verdadero Estado Social de Derecho.
VEEDURIA CIUDADANA POR LA DEMOCRACIA Y LA CONVIVENCIA SOCIAL.