Por Luz B. Jiménez/Pablo Borrero
En pocos meses los caleños estarán avocados a escoger entre los candidatos a la alcaldía a un ciudadano que antes de comportarse como el gerente de una empresa privada actúe como un verdadero dirigente y administrador de la cosa pública, cuyo objetivo esencial es el de garantizar la efectividad y cumplimiento de los fines y principios del Estado Social de Derecho, contando para ello con la participación de los ciudadanos con quienes se tienen que discutir los problemas que aquejan a la comunidad y aportando nuevas ideas con planes y proyectos viables en materia económica, financiera, ambiental, social, cultural que permitan afrontar los grandes desafíos del presente y futuro de la ciudad.
Para ello será necesario profundizar en las causas que generan nuestros males proponiendo soluciones de fondo sobre los problemas que afectan el bienestar social del pueblo caleño, quien a su vez tendrá que desentrañar de las promesas electorales de los candidatos el verdadero sentido de las mismas a fin de determinar sí tales o cuales promesas consultan los intereses comunes de los ciudadanos que hoy demandan empleo estable, vivienda digna, avalúos catastrales justos y equitativos, recuperación y mejoramiento del espacio público, acceso en buenas condiciones a la salud, calidad en la educación, transporte público eficiente y seguro, empresas públicas como EMCALI fortalecidas como parte del patrimonio estatal, seguridad y vigilancia policial en los barrios de la ciudad, respeto y garantía de los derechos humanos e incorporación de los ciudadanos en la solución de los problemas de la municipalidad, como aspecto esencial de la democracia local que debe imperar en el manejo de los asuntos públicos.
Está claro que en la medida en que se superen los problemas que afectan a los caleños se mejorará su calidad de vida y bienestar social. Para tal efecto será necesario organizar la producción y distribución de bienes y servicios, encaminada a atender la demanda social de los caleños sobre la base de estimular la industrialización en la ciudad y el aprovechamiento de las ventajas comparativas de la extensa y rica zona rural que posee el municipio de Cali. De esta manera será posible convertir en realidad la posibilidad de crecimiento del empleo para los diversos sectores sociales que integran la sociedad caleña. Partiendo de esta base consideramos que la administración municipal podría encargarse directamente de la construcción de viviendas, de la prestación del servicio de recolección de basuras y del manejo del alumbrado público, con lo cual se fortalecerían las finanzas estatales y se podría cumplir con la función pública de atender las necesidades sociales de los sectores más vulnerables de la sociedad, sin acudir a las políticas neo-liberales de asistencialismo mendicante con las cuales se han degradado las políticas públicas de carácter social.
Hasta cuándo tendremos que padecer la falta de estudios en materia de planeamiento urbano que hoy ha generado un desorden monumental en toda la ciudad con la aprobación de los denominados planes parciales desligados de la integralidad urbana y con la construcción de las 21 mega-obras, producto de la improvisación y el desorden institucional que han reinado en las diferentes administraciones municipales?
Hasta cuándo los caleños tendrán que soportar los problemas de la movilidad con la puesta en marcha del sistema de transporte MIO que no está en capacidad de atender la demanda de pasajeros ni prestar en forma eficiente el servicio?
Los candidatos a la Alcaldía no pueden continuar presentando e inscribiendo programas generales y ambiguos sobre los asuntos de la ciudad que no implican un compromiso real con la solución de los mismos.
Existen algunos candidatos que al preguntárseles como resolverían los problemas del SITM se limitan a decir que sí la cuestión consiste en la falta de buses, procederían a ordenar a los operadores que aumenten su número y sí estos no acatan dicha orden se reemplazarían por otros. Otros candidatos se caracterizan por apoyar proyectos como la extensión del pico y placa, la imposición de peajes urbanos, la construcción de puentes y pasos pompeyanos, etc., tales respuestas muestran el desconocimiento de las causas que generan los problemas de la ciudad en tanto que las soluciones deben ser coherentes e integrales y en ningún caso de carácter puramente coyuntural, dejando ver por lo demás su postura autoritaria en el tratamiento y solución de dichos problemas.
Es imperativo que el nuevo alcalde se comprometa a revisar el POT concebido para beneficio de los grandes empresarios de la construcción, propietarios de tierras, urbanizadores y comerciantes de propiedad raíz que aspiran a hacer grandes negocios con las necesidades del pueblo.
El llamado a los caleños es para que en medio del debate electoral exijan a los candidatos se discutan previamente las propuestas y la visión que tienen sobre la ciudad, que no puede coincidir con la que hasta ahora se ha impuesto fundada en la expansión urbanística, ciudad de servicios y de renovación urbana a través de las cuales se dispensan los negocios que sirven de sustento para la reproducción de los viejos y nuevos dirigentes al frente del poder municipal. De todas maneras confiamos en que ésta vez los caleños reflexionarán sobre la necesidad de generar los cambios políticos que demanda el momento histórico.
VEEDURIA CIUDADANA POR LA DEMOCRACIA Y LA CONVIVENCIA SOCIAL
El Control Ciudadano Sobre la Gestión Pública es Condición Indispensable para el Ejercicio de la
Democracia y la Convivencia Social