Por: Mauricio Tascón Varela
Hace una semana me encontraba a bordo de aquellos buses azules del transporte masivo de nuestra adorada sultana del Valle. Era una tarde después de ir a estudiar a la Universidad Javeriana, cuando de repente el MIO frenó y miré a mi alrededor y estaba bordeando la Universidad del Valle. Observé una tanqueta del ESMAD lo que me llevó a pensar “¿otra vez están protestando los encapuchados?” Se escuchaban “papas bombas” y los gases lacrimógenos ya empezaban a notarse en el ambiente. Pensé:”¿Tendrá èsto un fin justificado y generará cambios de verdad?” Y siendo sincero, no pude darle respuesta a mis preguntas en ese momento, ya que apenas pude me salí del bus articulado, temiendo que los estragos llegaran hasta aquella estación y corrí a buscar un sitio seguro.
Creo que para estos “desobedientes civiles” este tipo de protestas violentas tendrán algún efecto inmediato a corto o mediano plazo, pero ¿si se justificará el hecho de que todo el cuerpo docente y estudiantil tenga que suspender su horas de estudio y trabajo? Bueno es algo relativo, ya que hay quienes apoyan este tipo de actos “desde la barrera” sin inmiscuirse en el hecho violento, pero como tal, termina siendo un acto de barbarie por parte y parte, en donde tanto la población civil como el cuerpo policial generan grandes daños.

(Imagen del Periódico ‘El País’)
La verdad, esto no es un cuento nuevo ya que las protestas estudiantiles tienen sus raíces desde hace décadas y aunque pueda sonar un poco justificatorio para estos altercados de hoy en día, (algo en lo que no pretendo participar), ha contribuido a realizar muchos cambios en nuestra educación tanto pública como privada debido a que los estudiantes de las universidades han sido pioneros en los temas de reformar nuestra educación.
Existen dos grandes momentos cuya pertinencia es grande en cuanto a las reformas educativas, por la iniciativa estudiantil a través de la protesta:
En primer lugar, hubo un evento llevado a cabo en la Universidad Nacional de Córdoba- Argentina, del cual los latinoamericanos deberíamos estar orgullosos ya que se lograron cosas grandes que posteriormente se esparcieron por todo el continente y del cual la institución privada también se enriqueció: ‘La reforma universitaria de 1918’ en hombros de Deodoro Roca y otros estudiantes lideres, quien busco quitarle el carácter medieval y retrograda a la educación que recibían, expandiendo su movimiento a varias universidades de Argentina. Se lograron varias metas a costa de estudiantes que fueron golpeados y varias estatuas fueron tumbadas bajo el lema “En el país faltan estatuas, sobran pedestales". Ante la resistencia hacia las autoridades policiales y estudiantes heridos la sociedad civil se indignó y le dio apoyo a la iniciativa estudiantil, lo que generó posteriormente los siguientes cambios: “Cogobierno estudiantil, autonomía universitaria, docencia libre, libertad de cátedra, concursos con jurados con participación estudiantil, investigación como función de la universidad, extensión universitaria y compromiso con la sociedad.” (Universidad Nacional de Córdoba, Reforma Universitaria).
Es bastante claro que gracias a este movimiento que fue pandémico en Latinoamérica, hoy en día los estudiantes y docentes de universidades privadas y públicas gozamos de beneficios y derechos como los expuestos anteriormente.

De igual forma durante mayo y junio de 1968 por iniciativa estudiantil se generan grandes reformas en Francia, gobernada por el legendario Charles de Gaulle. Desde la Universidad de Nanterre los estudiantes envueltos en una explosión cultural, donde las corrientes, hippie, sexual, del rock & roll y anti- imperialista, hacen un coctel bomba en las mentes jóvenes y se empieza a criticar el modelo de consumo y la desigualdades sociales que este generaba en Francia.
También los estudiantes critican al docente puesto sobre un pedestal como la ultima autoridad y lo poco humanista que podía ser la jerarquía profesoral dentro de las universidades.
La guerra en Vietnam también era un detonante grande de esta revolución estudiantil y esa mezcla de ideales en combustión llevó al cuerpo estudiantil francés a protestar y enfrentarse al cuerpo policial de manera violenta para hacer respetar sus ideales.
Esta revolución contagio al 60% de la población francesa y paso de ser una revuelta estudiantil a una protesta general donde participaron obreros y otros sectores ajenos al ambiente académico.

Extraída de: http://lbarragan.blogspot.com/2011/05/caza-de-citas_6806.html
Aunque hoy en día los estudiantes gozamos de tener una voz y voto y una educación democratizada gracias a los eventos ocurridos anteriormente, se presenta una prostitución de los ideales que los estudiantes en algún momento llegaron a tener y que tienen para poder reformar los sistemas educativos y generar cambios de peso. En la prestigiosa Universidad del Valle, donde el estudiante promedio es mucho mas dedicado que su homólogo de la institución privada, se presentan núcleos de aquellos grupos innombrables que son ajenos al cuerpo estudiantil y extinguen esa esencia de cambio positivo que los estudiantes han tenido a través de la historia.
Los estudiantes generamos cambios porque somos el futuro y presente de la sociedad, por tanto no hay que olvidar las ideas y el intelecto por alzar un arma y actuar violentamente. Las ideas, el intelecto y la palabra pesan más que unos ideales degradados que se salen del marco legal.
* Estudiante de Derecho – Pontificia Universidad Javeriana