
Editorial
Caliescribe es austero en homenajes póstumos, con la muerte de Antonio Caballero, murió un faro como periodista integral, columnista, escritor, caricaturista, literato , internacionalista; ante todo un ensayista político, cultural y de historia, que durante casi 50 años logró ser el número 1 del país gracias a su trabajo periodístico en El Espectador, Alternativa, BBC, la revista The Economist, El Tiempo, Semana y en los Daniels. Muy culto y amplio conocedor de la lengua española, su éxito, el mantenerse firme en su opinión y decir con toda libertad lo que se piensa.
El reconocimiento de ser el mejor, no lo recibió por ser independiente y por ello único, no le interesaba ese lauro, no lo buscaba, su autarquía para no buscar poder, empleo o dineros, le dio una gran plataforma de respetabilidad, porque ironizaba con todos, incluyendo la oligarquía a la que perteneció y de todas las ideologías.
Su debilidad era proyectar la realidad política del país mediante sus columnas, caricaturas y crítica política, cultural, literaria, interpretando a millones de colombianos, ganándose gigante espacio en la intelectualidad colombiana, especialmente con el periodismo, el arte, la historia y la literatura.

Tuvo una gran formación educativa en el Gimnasio Moderno, en la Universidad del Rosario con estudios en ciencia política en París y vivencias muy cercanas en España, Inglaterra, Grecia, Italia y Londres.
Pergaminos familiares, económicos, culturales y políticos
Hombre culto, hijo de escritor (Eduardo Caballero Calderón), sobrino de escritor “Klim” (Lucas Caballero), hermano de un gran pintor (Luis Caballero), pero la vena política le viene de su bisabuelo Miguel Antonio Caro, conservador, vicepresidente del la republica y presidente en reemplazo de Rafael Nuñez, también presidente de la academia colombiana de lengua; el colegio donde estudio, fue forjado por Agustín Nieto Caballero, su primo, como educador
Su gran libro
Se sintió feliz cuando miró con profundidad las caricaturas de su libro “historia de Colombia y sus oligarquías” él perteneciente a esas familias a quienes criticaba con la figura literaria de la ironía; donde precisó los cinco grandes problemas: Corrupción, pobreza, idiotez de la opinión pública, narcotráfico y el conflicto armado.

Su pasión, los toros
Nació y vivió con los animales, especialmente su amor con los toros, especialmente de lidia, se caracterizó por criticar a los animalistas. “Los antitaurinos no saben por qué se torea, ni por qué se va a los toros. Pero en vez de intentar averiguarlo, se inventan un porqué: por sadismo, por amor a la sangre derramada…. El problema detrás del debate sobre las corridas de toros es la ignorancia. Los enemigos de la fiesta de los toros, sean animalistas sinceros o politiqueros sin escrúpulos, no saben de qué están hablando: no saben qué es, en qué consiste, la fiesta de los toros.”
De avanzada
Observaba la problemática económica, social, cultural y política desde la periferia de las normas sociales, fue un verdadero out sider , vivió aparte de la sociedad común , por ello fue un anti establecimiento.

Y fue claro en el tema de la equivocación con la prohibición de las drogas, sobre el capitalismo norteamericano, crítico de las élites colombianas por tener las uñas largas y ser parroquiales.
Y cercanos a su estatura periodística
En esta generación y cercanos a su plataforma universal entre los nacionales, como periodistas del más alto nivel, su primo “Klim” en la ironía intelectual y política, pero por supuesto con “Osuna” en lo polifacético como intelectual, escritor, columnista, independiente y caricaturista universal.
Caballero, ganando batallas después de muerto, que vibre en las gargantas de los colombianos, latinoamericanos y principalmente españoles “Viva Antonio Caballero”.