Redacción

La relación entre el principal diario de la ciudad de Cali El País y el alcalde de la ciudad Jorge Iván Ospina, está en polémica alta, después de que el alcalde calificara una opinión sobre los indígenas del director de información, Diego Martínez, como “manifestación racista y xenofobia de un director de medios”, precisando que “por el bien de la prensa libre y democrática debería renunciar”; Martínez en un trino dijo “los bogotanos andan muy preocupados porque los indígenas van para allá por unos días. Que tal los caucanos y vallecaucanos que nos toca padecerlos todo el año”.
Y el periódico en editorial que tituló censura inaceptable, precisó: “Diego Martínez Lloreda, expresó su pensamiento sobre acontecimientos que despiertan reacciones de todo tipo. Su opinión, tan respetable como la de cualquier colombiano, produjo la respuesta airada y fuera de lugar del señor alcalde de Cali, quien le pidió la renuncia al cargo que el periodista desempeña en este diario”… además de un acto inaceptable proveniente de un funcionario que ejerce como gobernante de la ciudad, la solicitud del señor Jorge Iván Ospina, es muestra de intolerancia frente a la forma de pensar que no coinciden con las suyas… Y crean una atmósfera hostil y peligrosa contra El País, contra los periodistas que laboran en nuestra empresa y contra la libertad de expresión. Así no sea de su agrado, el señor alcalde como primera autoridad del municipio y como todos los integrantes del estado en Colombia deben respetar y defender el ejercicio de esas libertades… El alcalde Ospina no tiene autoridad para exigir la renuncia de nuestro director de información, ni está dentro de sus funciones atacar el ejercicio del periodismo y censurar el derecho a opinar”.
Génesis política y medio…
El diario El País es una industria comercial (mediática) y política, combinación que tienen que padecer los ciudadanos que hacen parte de la sociedad vallecaucana, pues ha sido un instrumento de poder en la ciudad , durante los 70 años de existencia y especialmente en los 32 años que lleva la elección popular de alcaldes. Ha participado politicamente y perdió con 6 alcaldes ( Carlos Holmes, Cobo, Jhon Maro, Apolinar, Ospina I y II ) y ganó con 5 alcaldes ( Villegas, Guzman, Guerrero y Armitage ) ; pero logró coparticipar en los gobiernos de Carlos Holmes Trujillo, Ricardo Cobo y Ospina I
Desde sus páginas se ha informado, también se ha desinformado por omisión o nula investigación y se ha confundido a la ciudadanía en el análisis de las causas y los efectos de los problemas sociales, económicos y políticos de la ciudad, sólo es precisar 4 casos (despilfarro burocrático de la administración Armitage, el sistema transporte masivo de Cali MIO, el plan de 21 Megaobras y Termoemcali, como el mayor descalabro de ciudad).

La industria comercial (mediática) y política ha servido a unos intereses particulares, desde una plataforma de interés general.
Convulsión de 14 años
En el 2006, el entonces médico Jorge Iván Ospina, empleado público, decidió empezar hacer contactos para crear la candidatura a la alcaldía de Santiago de Cali; ya en febrero del 2007 le informó a sus amigos de su trabajo político, que lo hizo por todos los barrios de Cali. Ospina se lanzó, hijo de un comandante guerrillero del M19, movimiento que hizo un proceso de paz que le cumplió a Colombia.
En mayo del 2007 Francisco José Lloreda (socio del diario El País y ex director), anuncia su candidatura a la alcaldía de Cali desde el parque de los estudiantes, se lanzó por tercera vez, la primera frente a su primo Cobo Lloreda, la segunda contra Apolinar Salcedo, para la tercera Ospina sacó 269,000 votos y Lloreda 222,000 votos. El punto de inflexión de esta campaña política, lo hizo el entonces senador Juan Carlos Martínez, quien con el candidato a la gobernación del Valle, Juan Carlos Abadía, hicieron el arreglo electoral y político, y de esta manera Ospina ampliamente fue el ganador.
La controversia entre el diario y Ospina fue grande, por la adhesión del senador que en ese momento no tenía investigaciones penales y que según Ospina, Martínez había sido partícipe de las dos primeras campaña de Lloreda y que inclusive fue buscado para esta última campaña. Pero la adhesión fue hacia Ospina y por lo tanto la guerra mediática fue muy dura en la última semana antes de la elección de octubre de 2007.
Política y periodismo, confusion

El diario El País ejerció política y periodísticamente en los 4 años de la administración Armitage, favoreciéndole con la nula investigación de su despilfarro burocrático para apoyar a los concejales o sus candidatos al Congreso o al Concejo; después de recibir más de $8.000 millones en pauta publicitaria de la administración anterior. Algo similar hizo en la administración Guerrero…sobre los negocios de Emcali, el fracaso del MIO o el olvidado corredor verde
El diario no compartió, ni apoyó las candidaturas de Jorge Ivan Ospina ni I ni II ; pero se asoció periodísticamente en la primera administración del alcalde Ospina, privilegió la pauta comercial , la inversión publicitaria , por ello, con estrategias mediáticas, omitió información o no publicó hechos incontrovertibles del desarrollo de la planeación y construcción del MIO y de las 21 megaobras, ambos proyectos inviables.
Ahora en la alcaldía Ospina II, no tiene pauta, nace una controversia con sabor a ruptura definitiva, donde la parte económica y comercial del diario ha sido afectada,.
El País y los alcaldes Guerrero 2012 – 2015 y Armitage 2016 -2019
Dejan a un lado la función periodística, pues la palabra verdad no les significa fidelidad a los hechos sobre los que se informa; se convirtieron en la información oficial, comercial y oficiosa de esas dos alcaldías

En esos 8 años, para el 1er diario de la ciudad, la libertad de prensa no existió, hubo un control económico por parte de los alcaldes a través de la contratación del municipio , ejerciendo una manipulación de los gobiernos. La libertad de prensa es una de las grandes conquistas del Estado, garantía constitucional en dos orientaciones: el derecho a informar y el derecho a ser informado; sobre el manejo de lo público, que le importa a todo ciudadano, que se financia con los impuestos y las contribuciones, etc y allí perdieron la credibilidad, por pontificar ejercicio del rigor periodístico y no hacerlo.
Y no se trata de cuestionar al lucro del periódico como finalidad principal, la relación con los poderes públicos debe ser distante, pero en este caso, el diario El País no investigó la verdad y se convirtieron en contratistas de quien tendrían que vigilar a través de la pauta publicitaria pública, lo que derrumbó su misión periodística.
La colaboración excesiva o indulgencia con el alcalde de turno ( Guerrero y Armitage ) , por amistad e inversión publicitaria, que es legal pero el diario El País tuvo hipotecada la libertad de prensa durante esos 8 años, a un costo muy grande para la ciudad, y por ello están en crisis, según lo señalan muchos caleños y ciudadanos comunes y corrientes.
El costo es altísimo, la ciudad económica y socialmente es inviable, no es capaz de salir sola; el caso del MIO es de un desastre técnico y económico; telecomunicaciones Emcali , con las 21 Megaobras de Valorizacion en la misma situación ( no se pueden terminar ) y eso es lo que recibe el alcalde Ospina II (
El poder, el derecho a la libertad de opinión y expresión

Aparentemente el poder lo detenta el pueblo, el derecho a la libertad de opinión y expresión, está consagrado constitucionalmente y en la carta de los derechos humanos. Este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones y el de difundirlas sin limitación de fronteras por cualquier medio de expresión. La protección a la libertad de prensa es lógica en su tarea de controlar el ejercicio del poder político, desentrañando la verdad de los hechos, sus verdaderas causas y consecuencias.
Las conquistas del periodismo en aras de la libertad de prensa se perdieron en el diario El País precisamente en estos 8 años, por ser aliado ( léase socio ) de los 2 últimos alcaldes , acomodando los hechos en función de los pactos comerciales o políticos. Allí perdió legitimidad que fue creciendo a través del tiempo.
Ahora, la censura frente a un periodista o un director de información del diario El País, es un hecho grave, pero es menor frente a lo que ha pasado en los últimos 8 años en la ciudad de Cali. Allí está la realidad económica-social y fáctica de la ciudad
Afortunadamente el internet y las redes sociales se convirtieron en solución, a pesar de lo improvisado, manipulable, falsas noticias, finalmente los ciudadanos saben la verdad y se informan.