Por Guillermo E. Ulloa Tenorio
Economista de la Universidad Jesuita College of the Holy Cross en Estados Unidos, diplomado en alta dirección empresarial INALDE y Universidad de la Sabana. Gerente General INVICALI, INDUSTRIA DE LICORES DEL VALLE, Secretario General de la Alcaldía. Ha ocupado posiciones de alta gerencia en el sector privado financiero y comercial.

Antes de terminar el primer mes de su administración, el alcalde Jorge Iván Ospina, directamente y a través de su Secretario de Infraestructura, homónimo del tenor peruano Juan Diego Flórez, han presentado una serie de soluciones que permiten mejorar la movilidad.
Se recuperan algunos proyectos que reposan en los polvorientos anaqueles de la Alcaldía. Retoma la administración algunas de las inconclusas mega obras de su primera administración como el puente de la Carrera 66 con Autopista, intercambiador vial Chipichape y obras de alivio en movilidad del oeste.
La congestionada Vía al Mar, proyectada con inversión superior a los 2 billones, obra que en la alcaldía de Rodrigo Guerrero se había previsto financiar con regalías, pero que el gobernador Ubeimar Delgado, tuvo que enterrar por razones jurídicas, es la más compleja. No obstante, es la oportunidad de proyectar diseños modernos, dotados con pequeños túneles y viaductos que atraviesen la agreste topografía, sostengan la inestabilidad de suelos y protejan medio ambiental los programas de reforestación y prevención de incendios. Este proyecto de envergadura debe ser receptor de recursos del municipio, la nación y financiación de la planteada concesión.
La segunda obra en importancia es la continuidad de la Circunvalar entre la Carrera 83 y la 122. Al igual que la Vía al mar y con topografía similar, sus diseños deben actualizarse conformando la incorporación de viaductos que permitan construir con mayor eficiencia en tiempo y recursos alejados del consabido maremágnum y telaraña jurídica que asedia la compra de predios invadidos.

Aunque el alcalde adelanta conversaciones con el Ministro de Defensa, no debemos olvidar que las fuerzas armadas, en su paquidérmico laberinto burocrático, no han sido solidarios con el desarrollo de la ciudad. Aún se espera la cesión de escasos metros, sobre la Calle 5ª con Carrera 80, para construir el intercambiador vial diagonal al Hospital Psiquiátrico. El año pasado la Fuerza Aérea presentó demanda al municipio para impedir el desarrollo en altura del oriente caleño, en virtud de limitaciones de aproximación a la vetusta pista aérea del Guabito, cuando debe proyectarse su incorporación al espacio aéreo y pista alterna del aeropuerto Bonilla Aragón.
Antes de dar inicio a ambiciosos proyectos que proyectarían la ciudad, ad portas de cumplir quinientos años, es indispensable terminar las que sufren del síndrome de obras inconclusas y sin presupuesto (OISP).
Inconclusas están, la vía Cali-Jamundí, los puentes sobre el Rio Lili, el intercambiador vial de la Calle Cien con Autopista Simón Bolívar, la recortada ampliación de la vía a Pance, los interminables parques lineales del Rio Cali, el abortado proyecto del “corredor verde” y conjuntamente con el Departamento, entradas a la ciudad, con la ampliación del puente de Juanchito y la doble calzada Cali-Yumbo. Curiosa y perspicazmente cinco de ellas asociadas al contratista Jorge Amezquita.

Tras los bien recibidos anuncios, sería importante, conocer el concepto fundamental de la Dirección de Planeación Municipal, incorporando estas obras de infraestructura al desarrollo del actual POT, las conclusiones del Plan Integral de Movilidad Urbana (PIMU) y la coordinación con las Direcciones de planeación de Metrocali y Emcali. Y lo más importante la conectividad planificada de ciudad con todos los actores de movilidad; peatones, bici usuarios, motociclistas, vehículos, transporte de pasajeros municipal e intermunicipal y su integridacion al proyectado tren de cercanías.
Con similar importancia es necesario conocer el concepto del Secretario de Hacienda, de la verdadera realidad fiscal y posibles fuentes de financiación, previendo y previniendo que no se acomoden al síndrome de OISP.
PD : Y lo destacable, que tanto el Alcalde como el Secretario se comprometieron que para el año 2020, la administración no va a ejecutar nuevas obras. Se va a dedicar a terminar las obras no entregadas de los gobiernos, Guerrero y Armitage. Eso es serio…
La ciudad es una sola y no puede convertirse en una mitológica Hidra de Lerna.