Nicolás Ramos G
Ingeniero Civil , ex gerente de Emcali y ex Presidente de la SMP
Parece que el subdesarrollo es un estado anímico de la gente y de su dirigencia en los países que eufemísticamente llaman en vías de desarrollo. Lo triste es que hacemos poco para superar esa situación y quizás, lo peor, somos expertos en desbaratar lo poco que funciona.
Uno se esos hechos es lo ocurrido con los ferrocarriles nacionales. Por los años de 1930 se suspendió la construcción del túnel férreo entre Armenia e Ibagué que enlazaría todo el sistema férreo del Pacifico con Bogotá y la Costa Atlántica. Se priorizó el transporte por carretera y se abandonó un sistema que operaba bien. En el Pacifico se cambiaron las traviesas de madera por concreto, pero sigue sin funcionar por la falta de autoridad para defender su operación de los saqueadores y camioneros.
Los países con ingresos hasta de 18 veces el nuestro construyen ferrocarriles y mejoran su velocidad hasta 400 Km/hora. Hace poco terminaron el nuevo túnel de San Gotardo de 64 km., que une a Suiza con Italia y moviliza 300 trenes diarios.
Nosotros seguimos construyendo dobles calzadas cuando se avecina, a nivel mundial, el agotamiento del petróleo y se minimiza el uso de los motores de combustión interna por su alta contribución al calentamiento global y en las ciudades a la contaminación del aire.
Igual es fundamental exportar nuestros productos con valor agregado, ya que es difícil abandonar el subdesarrollo cambiando piñas, aguacates o chontaduros por computadores, teléfonos celulares, maquinaria o automóviles. Igual que en los países con altos ingresos, es necesario incrementar el uso de la bicicleta y automóviles de menor tamaño.
No hay razón para usar vehículos de 1.500 kilos o más para transportar en promedio 120 kilos, que diseminan gases de efecto invernadero nocivos para la salud, además de malgastar nuestras pocas divisas.
Para avanzar es fundamental la educación desde la casa y mejorar la de escuelas y colegios, públicos y privados.
El desarrollo solo se logra con conocimientos, pues de la nada, nada se crea y mucho menos con el socialismo del Siglo XXI, que ha logrado empobrecer a países ricos en recursos minerales como Venezuela. Igual cuando los recursos de la Tierra se agotan, es indispensable detener la explosión demográfica, pues no hay camas, ni recursos para tanta gente.
Si seguimos cantando como la cigarra nos cogerá el tiempo con carreteras, sin ferrocarril y sin petróleo, este que exportamos diciendo que es crecimiento económico. Una de las tantas mentiras con que nos engañan.