Redacción
Indudablemente en el mundial de fútbol como el de Rusia 2018, es la convocatoria más grande del mundo alrededor del deporte más popular, el fútbol, donde participan visitantes de más de 180 países, es una Torre de Babel donde las diferentes sedes se mueven las preferencias de los hinchas, que establecen con sus lenguas y culturas, todo un espectáculo digno de admirar.
Cada 4 años el mundo se integra a través del fútbol, pero al mismo tiempo se permite generar en la economía una dinámica que sólo se ve con el ambiente futbolero que se observa en cada país. Sólo es observar los pequeños empresarios, los medianos y los grandes, participando en el crecimiento económico de sus países, sin descartar la presencia masiva de hinchas de los países clasificados.
El costo del mundial que originó un gasto público de Rusia superior a US50 mil millones, los analistas proyectan el crecimiento de la economía rusa por encima del 1% en los próximos 5 años, el turismo que se desarrolla se queda permanentemente hacia adelante y le permite crecer a este hermoso país, colmado de historia y tradiciones.
La política pasa a un segundo lugar en los conflictos del mundo, pues el enfrentamiento se convierte en algo competitivo, con equipos de diferentes experiencias, habilidades y fuerza técnica, pero también con diversidad de cultura, que le permiten a los ciudadanos y millones de televidentes, tener una confrontación muy pasiva, solamente bajo el control de árbitros, que permiten dar continuidad o sancionar lo que hagan los 22 enfrentados en cada partido en su cancha.
El fútbol, deporte, autoridad, e influencia.
Indudablemente el mundial de fútbol cada 4 años traspasa los linderos del proyecto deportivo, pero igualmente trasciende las fronteras entre las culturas, que si se minimiza, para darle la preponderancia a la competencia deportiva, superando o aplazado lo problemas de discriminación y de razas o igualmente resolviéndolo en términos de la fiesta mundialista. Este es un punto de encuentro, que es la autoridad e influencia que en el mundo entero desarrolla el fútbol, como una actividad no solamente competitiva, si no recreativa, que permite proyectar la construcción de una interrelación de países diferentes.
El emprendimiento no sólo en Rusia.
Por supuesto que en el país sede, Rusia 2018, se ha desarrollado toda una red de empresarios al rededor del Mundial de Fútbol, que han inundado este hermoso país, con todo tipo de camisetas, banderines, trofeos, suvenires, que se venden en las Avenidas y en las áreas cercana a los estadios, que se encuentran muy aislados por los anillos de seguridad.
Y de esta fiesta deportiva desde el punto de vista económico, tanto artesanos, como micro empresarios, empresarios y las multinacionales se montaron con la debida anticipación, haciendo inversiones en este negocio. A nivel mundial se conocen la inversión que hicieron los futbolistas españoles, Andrés Iniesta y Sergio Ramos, en marca de vino, en empresas de ropa. En Colombia lo está haciendo James Rodríguez, como lo hizo Faustino Asprilla, Juan Pablo Ángel o David Ospina, ya sea también con tiendas de ropa, con mercado inmobiliario locales comerciales, etc.
El ganador se llevará US38 millones.
Las 32 selecciones participantes recibirán premios grandes, pues cada equipo participante recibirá US8 millones por participar, los que accedan a cuarto de final US12 millones, el cuarto puesto US22 millones, el tercer lugar US24 millones, el subcampeón US28 millones y el campeón mundial de fútbol recibirá US38 millones.