Redacción
Parece contradictorio pero es realidad, el producto interno de Estados Unidos ha crecido un 4.2% en el segundo trimestre del año 2018, superior a lo previsto para el departamento de comercio de ese país, lo que demuestra el mayor crecimiento del gasto en consumo personal, las exportaciones, la inversión pública y un menor descenso de la inversión residencial fija.
Se ha desacelerado el impulso al comercio mundial y la Organización Mundial del Comercio, rebajo su pronóstico de crecimiento, que proyectan la desaceleración por los aranceles.
Ya es una realidad, hay una dinámica comercial desacelerada en el mundo y tiene sus consecuencias.
Es lo que se prevé de las últimas proyecciones de la OMC, donde proyecta un avance para el 2018 del 3.9% y en el 2019 bajar al 3.7%, muy por debajo del pronóstico anterior que era del 4.4%

En Estados Unidos la exportaciones crecieron un 9.1% anual en el segundo trimestre, en contraste con el avance del 3.6% de los tres meses anteriores, mientras que las importaciones descendieron un 0.4% tras incrementarse en un 3% en el trimestre. De esta manera se proyecta que la economía de los Estado Unidos podrías expandirse por encima del 3%, por primera vez desde el año 2005, lo que es un triunfo del Presidente Trump.
De otro lado la Reserva Federal de los Estados Unidos ha proyectado que los impacto de la guerra comercial en la economía global donde se espera que el crecimiento para los tres próximos meses a un ritmo más lento.
Y la conferencia de las Naciones Unidas para el desarrollo y el comercio UNCTAD (siglas en ingles), determinó que es poco probable que el comercio actúe como un motor independiente crecimiento global, los aranceles agregaran debilidad en la economía mundial y eso tendrá consecuencias en el crecimiento.
El Presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos Jerome Powell, insistió en que seguirá llevando a cabo su vida de todos los tipos de interés con el objeto de reforzar la recuperación de la mayor Economía del mundo y a pesar del deseo del Presidente de la República de que el ritmo de ajustes se aminore. Indudablemente que todas estas son noticias buenas para el gobierno norteamericano y especialmente a un mes largo de las elecciones legislativas, cruciales para el partido gobierno, los Republicanos.
Y traducido esto al campo doméstico, Colombia tiene gravísimas consecuencias para el país, desde el punto de vista que si se desacelera el crecimiento mundial eso genera que nosotros vamos a vender menos, es decir nuestras exportaciones caerán un poco. Afortunadamente está compensado todo con los precios del petróleo y las exportaciones no tradicionales serán las que más sufran, pero no el crecimiento general de la economía.
Esta dinámica del comercio mundial la ha impulsado el Presidente de Estados Unidos, para favorecer el interés propio de dicho país y es lo que la animadversión que se está tomando en el mundo, que en el largo plazo puede tener consecuencias negativas para el país del Norte.