Por Guillermo E. Ulloa Tenorio
Economista de la Universidad Jesuita College of the Holy Cross en Estados Unidos, diplomado en alta dirección empresarial INALDE y Universidad de la Sabana. Gerente General INVICALI, INDUSTRIA DE LICORES DEL VALLE, Secretario General de la Alcaldía. Ha ocupado posiciones de alta gerencia en el sector privado financiero y comercial.
A escaso mes y medio de la contienda electoral, las propuestas de los candidatos a la alcaldía de Cali, aun son superfluas. Si bien es cierto todos tocan los tres principales retos, seguridad, movilidad y servicios públicos, la formulación dista de la realidad fiscal del municipio.
Cali ostenta preocupante puesto como una de las ciudades mas violentas de América Latina. Los esfuerzos, si bien es cierto, presentan comparativamente mejores indicadores que en años anteriores, las cifras no son nada alentadoras.
La tasa de homicidios aun permanece por encima de 50 por cada cien mil habitantes. Los atracos callejeros son cada día mas frecuentes. El robo a residencias sigue devastando la tranquilidad de sus moradores. La extorsión al comercio organizado en barrios periféricos se ha incrementado sustancialmente. Las barreras invisibles van en aumento. El expendio del micro tráfico de estupefacientes es alarmante. La delincuencia común es cada vez mas intrépida. La utilización de menores de edad para perpetrar delitos, amparados por la ley juvenil que no permite sean juzgados como mayores de edad, los convierte a temprana edad en competentes y versados delincuentes.
La posibilidad de retiro anticipado de policías activos, con tan solo veinte años de servicio, ha disminuido el pie de fuerza y el ingreso de nuevos integrantes no compensa la deserción. El traslado de actividades de patrullaje en las calles a la seguridad de oficios de escritorio, con lo cual aseguran con mayor tranquilidad un retiro anticipado, esta llegando a niveles donde los funcionarios de ofician superarán el pie de fuerza que combate la delincuencia.
Las anteriores consideraciones impactan labores de prevención. Se ha disminuido la práctica de retenes en las entradas y salidas de la ciudad, fortaleciendo los corredores de transporte de estupefacientes, armas ilegales, artículos robados y contrabando en general.
Las soluciones no pueden quedar en bizantinas discusiones de consejos de seguridad. La realidad obliga a la búsqueda de innovadoras soluciones empleando avances tecnológicos. Los vehículos de patrullaje, al igual que al personal de calle, deben dotarse con cámaras integradas a plataformas de reconocimiento facial, facilitando la identificación de sujetos sospechosos. Debe recurrirse a la exitosa utilización de sistemas de drones patrulleros apoyados por helicópteros y patrullas motorizadas que aseguren menores tiempos de respuesta.
La labor de inteligencia es fundamental para conocer el desarrollo de incipientes bandas criminales, las cuales rápidamente se convirtién en estructuradas organizaciones delictivas, que pretenden controlar los negocios ilícitos de extorsión, narcotráfico, robos, venta de celulares robados y atracos callejeros.
La labor investigativa realizada por funcionarios que ejercen dichas actividades debe complementarse con modernos laboratorios apoyados con equipamiento de tecnología de punta. E igual de importante, la efectiva, ágil y eficiente actuación de los órganos judiciales que encaucen la actividad policiva hacia la judicialización de la delincuencia.
En las próximas entregas de esta tribuna respetuosamente expresaré algunas recomendaciones para movilidad y servicios públicos.
Lo importante es encajar las necesidades dentro de un marco fiscal viable y realizable.
Lamento la prematura partida del incondicional amigo y gran luchador vallecaucano, Heriberto Sanabria Astudillo. A su familia, miembros de su organización política y amigos, un sentido abrazo de solidaridad. Deja un gran vacío, pero a la vez un legado de honestidad, disciplina, perseverancia y humildad en su vocación inequívoca de servir a la comunidad.