Por Claudia Rodríguez
A pocos días de la visita del papa con motivo de las Jornadas Mundiales de la Juventud, crecen las voces de protesta contra el evento y duras críticas al gobierno por lo que tildan algunos como una "parafernalia institucional" en torno a un evento de carácter privado y los altos costos del mismo. Sobre todo en momentos en los que España se encuentra sumida en una grave crisis económica y es una nación laica por constitución.
Es por esto que está convocada una marcha aprobada por el gobierno para este miércoles que pasara por las principales zonas céntricas de la ciudad. Los organizadores de la misma alegan que está programada un día en el que no coincide con la llegada del pontífice y que su intención no es sino protestar " por la llegada de un señor que se financiara con nuestros impuestos" y critican el enorme despliegue a un líder católico en un país laico. Además critican la posible injerencia del Papa en asuntos pertinentes a la Constitución Española como el matrimonio homosexual y el aborto.
El Vaticano dice no estar preocupado e insiste que en un país democrático la gente tiene total derecho a dar su libre opinión. También aclara que Benedicto no hablará de la situación de España y sólo se limitará a dar un mensaje positivo y valiente a los jóvenes del mundo.
Por su parte el gobierno español, asegura q el evento tendrá un costo de 50 millones de euros y cifra en 100 millones los beneficios q dejará esta visita gracias a la enorme afluencia de personas que vendrán a disfrutar de esta jornada con el papa Benedicto XVI. Además asegura que será financiado en un alto porcentaje por varias empresas del IBEX 35 como ENDESA, BBVA, Banco Santander, Iberia, Telefónica, entre otras.
A pesar de que ha habido intentos por asociar la posición anti-papa con el movimiento de los indignados y el hecho de que muchos indignados se han sumado a estas protestas, no hay una posición consensuada por parte del movimiento del 15M con la visita del Papa Benedicto XVI.