El Nuevo América, fuera de juego – Archivo Caliescribe

A pesar de la eterna novela de la muerte/renacimiento del América de Cali, como símbolo, no hay de hecho un norte claro. Se intenta de todo. La sociedad Nuevo América S.A se conformó, impulsado en gran parte por la alcaldía, apoyada por caleños de hace mil años, que no pueden acostumbrarse a la inexistencia del que fue a mediado de los 80 el mejor equipo del continente. Se mantuvo al equipo en primero y con reconocimiento deportivo, eso es de aplaudir. El esfuerzo es magnánimo: la lista Clinton es letal.

Pero en resumen se puede decir que los puentes comerciales están quebrados. A pesar de que se escuchan voces que repiten que todo va a estar bien (y lo estará, seguramente). Teniendo en cuenta sobre todo que este semestre se recupera el estadio y las taquillas asociadas al mismo. Un ingreso más para la maltrecha fisionomía financiera del equipo, al que, en un gesto algo dadá y algo alentador se le vio esta semana en Siloé, repartiendo mercados. Hay que crear esos lazos de amor irracional (irracional como la terquedad del equipo de no dejarse morir) con la hinchada, que parece ser el único activo fijo de la institución, mirando a futuro. No hay de otra para un equipo que se sostiene del recuerdo y que muestra una simpatía hacia la tragedia digna de un novelón venezolano.

El problema es que La Corporación deportiva América decidió, unilateralmente, romper relaciones con el Nuevo América, dejando sin piso todo el andamiaje que se había instalado en los meses previos, como tabla de salvación.

¿Qué hacer ahora? ¿Cuál es el plan C, ya que el B se está quemando? ¿Cuáles fueron los motivos del rompimiento? Por ahora se puede decir que esta cooperación entre las dos Américas tenía un contrato de por medio. De ninguna forma se puede ahora renunciar al compromiso adquirido, por escrito, con la nueva entidad. La nueva entidad estuvo de acuerdo con la entrada al partido de Capital Factor, sabiendo como sabe el enorme déficit que avergüenza las arcas, su acostumbrada silla en las salas de espera de las centrales de riesgo.

Quedará entonces en manos de la justica el desenlace de este entuerto, que deja a los hinchas de nuevo, como al comienzo de todo, sin saber quién está a cargo del equipo. ¿A quién se le hace el reclamo?