Por Benjamín Barney Caldas
Se habla mucho de que necesitaremos más energía y sobre todo agua potable, pero no esperemos a que también se apliquen obligatoriamente en Cali normas para disminuir su consumo, y comencemos a ahorrar ya, y de paso demos un buen ejemplo a la ciudad.
Primero que todo revisemos las redes de energía, agua y gas para corregir las seguras perdidas que actualmente tenemos, pero que nadie se ha tomado el trabajo de contabilizar. Simplemente hay que anotar el consumo marcado en los contadores antes de dejar la casa desocupada durante un fin de semana por ejemplo, y verificarlos al regreso.
Reemplacemos los bombillos de las luminarias más utilizadas por bombillos de bajo consumo, blancos o de luz cálida según el caso, pero conservémoslos como repuesto para las que se utilicen menos, hasta que se vayan fundiendo y finalmente se agoten.
Pongamos sensores de movimiento con foto celda para que solo funcionen cuando no haya suficiente iluminación natural, y pintemos de blanco todos los muros interiores para aprovecharla mejor, primordialmente en los sitios de trabajo.
Protejamos del sol las ventanas que no lo estén, usando tejadillos, y cambiemos las puertas sólidas por naves con persianas para permitir la circulación cruzada del aire, disminuyendo así el uso de los ventiladores de techo o equipos de aire acondicionado.
Reemplacemos las válvulas de los inodoros por las de doble descarga, y recojamos el agua lluvia en tanques altos para utilizarla para lavarlos, y llevemos el sobrante a un estanque, con plantas y peces para que se mantenga limpio y sin plagas, que además de adornar la casa serviría para regar las matas y trapear los pisos usando un balde.
Disminuyamos los documentos impresos y utilicemos más el correo electrónico, consumiendo por lo tanto menos energía, apaguemos los monitores de los computadores cuando no estén en uso, y no dejemos conectados los cargadores de los teléfonos móviles.
En la cocina dispongamos de un interruptor general para apagar todos los electrodomésticos, menos la nevera por supuesto, cuando no esté en servicio, y volvamos al molino tradicional de manivela y al exprimidor de naranjas de palanca, los que además no producen ruido.
Guardemos el aceite usado en botellas de plástico (como las de Coca-Cola, etc.), y no rompamos los nuevos bombillos cuando se dañen pues tienen gases contaminantes, y pongámoslas en cajas. Y junto con las botellas de aceite usado evacuémoslos con la demás basura, la que debe estar debidamente clasificada.
En lo posible, comencemos todo más temprano para utilizar más la luz solar, suficiente en Cali durante todo el año, además de que el amanecer es más fresco y silencioso, y también muy bello casi siempre. Se puede comenzar adelantando el inicio del día media hora.
Aparentemente son pequeños ahorros pero pronto recuperaremos la inversión, la que se puede hacer poco a poco, pero simplemente sumemos cuánto dinero economizaríamos en un año en servicios públicos si solo consumimos la mitad del agua potable y de la energía.