Por Andrés Mejía
El coloso finlandés, líder en telefonía móvil durante un par de décadas está perdiendo terreno vertiginosamente con los teléfonos inteligentes.
Nokia ha sido uno de los pioneros en la telefonía móvil. Fue el primer fabricante y desde entonces ha librado en este sector batallas comerciales y tecnológicas, de tú a tú, con imperios de las comunicaciones como Motorola. La tecnología y ergonomía en el manejo de sus teléfonos le otorgaron una fortaleza en el mercado. A esto se le agrega el componente de fidelización de sus usuarios quienes se han actualizado de un modelo a otro durante años.
Con la aparición de los teléfonos inteligentes primero con Blackberry, seguido por iPhone y ahora por Google con Android, Nokia no ha logrado mantener sus antiguos aficionados a la marca. El alto índice de deserción y la poca aceptación de su línea de teléfonos inteligentes le lleva a aliarse con Microsoft utilizando el sistema Windows Phone, el cual prometía estar al nivel de los dos líderes actuales, iPhone y Android. Pero todo se quedo en promesas de mercadeo porque en la práctica comercial, las ventas no lograron las expectativas proyectadas por Nokia y Microsoft.
Los escenario previo al lanzamiento de su nueva serie Lumia pronosticaba una penetración en el mercado para competir con los lideres en la carrera tecnológica de los teléfonos inteligentes, la realidad resulto ser otra, ha resultado un fracaso comercial.
Microsoft ha tratado desde hace muchos años de entrar en el campo de los sistemas operativos para dispositivos móviles. Siempre lo anuncia como el sistema que revolucionaria la computación, pero de cada uno de estos resulta un desastre comercial. Cuando entró Bill en la vida de la alicaída Nokia, los comentarios resultaron muy positivos. Se decía que ésta era la solución que llegaba para salvar y recuperar la empresa finlandesa hasta se llegó a comentar que Bill Gates podría estar interesado en la compra.
Microsoft es una empresa gigantesca que casi ha logrado el monopolio de los sistemas operativos para los computadores personales y por su lado Nokia tenía un historial muy exitoso en el campo de la movilidad y las comunicaciones. Este par de actores indicaba un exitoso producto, pero resultó que en esta alianza el único perdedor fue Nokia, para Microsoft es un fracaso más en la larga lista con los sistemas móviles. La perdida en la participación de Nokia en el mercado ha llevado a perder el 51% de su valor en bolsa desde el 9 de febrero de 2011.
Las reconversiones de Nokia
No ha dado buen resultado de la gestión del director ejecutivo Stephen Elop contratado hace año y medio. Según comentarios en el sector el canadiense era la esperanza para recuperar terreno de los teléfonos inteligentes, pero llegó tarde a la campaña con propuestas muy débiles respecto a las de sus competidores Apple o Android.
Nokia es una empresa con 146 años, durante este tiempo ha sobrellevado varias mutaciones en sus productos. Inicio a mediados del siglo XIX como una fábrica de pulpa de madera para la producción de papel, continuaron con el caucho hasta producir zapatos y neumáticos. Hacia 1920 se iniciaron con la fabricación de cables para comunicaciones (telégrafo). En 1960 se realiza otra modificación, la electrónica, como complemento a la empresa de cables. A partir de entonces se estableció como líder en comunicaciones y continuó su larga lista hasta constituirse como el primer productor de teléfonos móviles. Un recorrido de 150 años liderando el mercado industrial no desaparece con una errónea alianza como la que se ha realizado con Microsoft.
Ya está en camino una reestructuración, desafortunadamente los primeros pasos son dolorosos, ha implicado despedir 17.000 empleados de la división NSN para bajar los costos. El próximo año nos enteraremos que acciones tecnológicas van a realizar para lograr recuperar el terreno perdido.
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