El poder de propagación del mal es mayor que el del bien; pero si somos tenaces y no nos redimos, cada día veremos algún cambio. Los buenos no somos más, por eso debemos ser más fuertes. Me encontré pensando en esto mientras veía y escuchaba conmovido (debo admitirlo) este video de Matisyahu llamado One day.
Por Vinci Belalcazar
Especial para Caliescribe
En un país como el nuestro, que sufre bajo todas las formas de violencia, con una historia tan triste, donde la degradación moral o la desesperanza no llegan fácil a la vuelta de cualquier esquina, es importante recordar el valor de actuar “bien”, pensando en los demas y en que esos gestos, a veces pequeños o a veces monumentales, cambian vidas o al menos desconciertan positivamente y dejan pensando a los que todavia guardan algo de humanidad.
Es uno de los retos más grandes: educar a una población como la caleña en valores como el civismo. No digamos educarlos para profesionales en lo que sea. Pero el valor de las ideas sencillas, de las verdades que parecen cuñas publicitarias, está en su concreción y su efectividad. Soy uno de los que se quejan de las religiones y las campañas en general, pero no puedo negar que creo en que si empezamos actuar consideradamente con nuestros conciudadanos algo va a cambiar. Y creo tambien que es un mensaje sencillo que debería estar en todas partes y que más allá de las palabras logra su efecto en el eco de las acciones.
Ya sé que muchos odiamos esta retaila que suena a libro de superación, pero es sencillo condicionamiento. Les comparto pues el video en cuestión. No más chachara.
Lamentablemente hoy las cosas no son así en Cali. Esperemos a ver.
Incluyo la primera parte de la letra de la canción para quienes no saben ingles, es una traducción libre, la canción dice:
Algunas veces descanso bajo la luna y le agradezco a Dios que aún respiro. Entonces rezó, no me lleves demasiado pronto, porque tengo una razón para estar aquí.
Algunas veces me ahogo en mis propias lágrimas, pero nunca me doy por vencido, así cuando toda la maldad del mundo me rodea, me mantengo convencido de que un día todo será al revés.
Porque toda mi vida he estado esperando, toda mi vida he estado orando porque la gente diga de una vez, “no quiero pelear más”, cuando ya no hayan más guerras y nuestros hijos juegen.
Algún día, no se trata de ganar o perder, todos perdemos cuando pisotean las almas de los inocentes, cuando derraman su sangre en el pavimento.
Debemos continuar entre las aguas furiosas de este laberinto sin perder nuestro camino. Quiza te vuelva loco pero no deben cambiarte.