El centro de la ciudad es una pesadilla de movilidad, tanto para los peatones como para los vehículos. Uno de los casos críticos es en la carrera 5ª entre calles 13 y 15.
Esta vía con un apropiado uso permitiría la circulación en cuatro carriles, pero actualmente solo hay dos disponibles para automóviles y los peatones deben recurrir a la calzada para movilizarse.
Si bien en el centro de la ciudad los espacios públicos están invadidos haciendo de la movilidad peatonal y vehicular una verdadera pesadilla, en la carrera 5ª entre calles 13 y 15 se presenta la mayor concentración de irregularidades. Pistas de taxis a ambos lados de la calzada, y donde no hay pistas, parqueaderos de motos demarcados con conos naranja.
Los vendedores no satisfechos con apoderarse de más de la mitad de los andenes se toman la calzada. En resumen, de los cuatro carriles vehiculares, tan solo quedan dos y mal utilizados porque en el caso de dejar un pasajero, atasca uno de los dos carriles libres.
Esta importante vía de salida del centro en este punto genera un cuello de botella que en horas pico lleva el trancón hasta la calle 9ª.
En este tramo se hace necesario los guardas de tránsito para poder controlar las pistas de taxis y parqueo de motos, las señales de prohibido estacionar existen pero no se cumple . Solo con este control se agilizaría el flujo vehicular y los vendedores ambulantes de la calzada igualmente se controlarían ya que el flujo vehicular les impediría ubicarse en la calzada.