La secretaría de Cultura y Turismo de Cali tiene un presupuesto de $21.000 millones para invertir en cultura y turismo durante el 2012. Tres mil millones más que el año pasado. Será suficiente, parece que no, desde ya se buscan nuevos recursos para sacar adelante varios de los eventos masivos de la ciudad.
La cultura ha sido la gran damnificada de los últimos mandatos en Cali y el Valle del Cauca. Mucha inversión; pero desordenada. Aquí el despilfarro y la falta de una verdadera y consistente política cultural han llevado a la Secretaría de Cultura y Turismo a una posición incómoda. Pero como siempre se puede estar peor, las dudas no han parado de tocar a la puerta de Sandra de las Lajas Torres, la cabeza de la Secretaría.
Eventos como el Petronio Álvarez y el Mundial de salsa, tendrán un significativo recorte presupuestal, esto ya lo sufrieron en años anteriores el Festival de Cine y el Festival de Ballet. Sin embargo, la Secretaria de Cultura de la ciudad, anunció que se buscarán apoyos internacionales para sacar adelante estos eventos y hacer adiciones a los presupuestos.
Sólo uno de los eventos, El festival de música del pacifico Petronio Álvarez cuesta $2.500 quinientos millones. En al medida que pasan los días se presentan los eventos y los gastos ¿Hasta dónde llegará el presupuesto?
El presupuesto de este año, esos $21.000 millones, está comprometido, en parte, con la construcción de centros culturales que apoyan procesos que fueron adoptados por acuerdos municipales anteriores.
Se han asegurado algunos recursos para financiar el Festival de Música del Pacífico Petronio Álvarez, el Festival Mundial de Salsa y la Feria de Cali, entre otros eventos masivos. Continuando con el énfasis en los eventos masivos ligados a la cultura de la rumba.
- Los problemas de las entidades culturales en Cali
- Alta dependencia del presupuesto oficial.
- Baja intención de pago y poder adquisitivo de los ciudadanos para invertir en cultura.
- Falta de espacios idóneos para espectáculos.
- Falta de instalaciones para funcionamiento diario.
- Falta de continuidad de sus procesos o proyectos con el Estado.
Cuando hablamos de la cultura y de presupuestos, hablamos no sólo de instituciones, también de gente. Y Cali tiene una gran cantidad de personas dedicadas a la cultura en sus distintas facetas. Tenemos profesionales, técnicos, autodidactas con toda una vida de experiencia en casi todas las ramas de la cultura. Así que cuando hablamos de recortes estamos hablando de desempleo.
Las personas y entidades dedicadas a la cultura en Cali dependen en un gran porcentaje del dinero que sale de la Alcaldía, cuando no hay plata, continúan su labor como pueden, en algunos casos endeudándose.
En el caso de teatros como Esquina Latina, la entidad tiene una deuda con los bancos de $200 millones.
Allí, como en la mayoría de las organizaciones culturales, las condiciones son precarias, funcionan co lo mínimo. Tienen salarios congelados desde hace años y han visto la necesidad de reducir su planta de personal en diversas ocasiones.
La inversión de Cali en cultura, el contexto nacional.
La ciudad se quedó rezagada frente a otras capitales del país en el tema de inversión para la cultura. En el 2011 ya Cartagena nos había sobre pasado y así quedamos en un cuarto puesto.
Ciudad |
(en millones) |
Bogotá |
$76.000 |
Medellín |
$63.000 |
Cartagena |
$29.000 |
Cali |
$19.000 |
Pero el problema también está además en la distribución de las partidas y los contrastes que dejan ver algunas asignaciones de presupuesto:
Por acuerdo municipal se aprobaron recursos para festivales de música gospel y vallenata con una o dos presentaciones al año por $300 millones.
Para el funcionamiento anual de las diez (10) salas de teatro, que hacen parte del programa de Salas Concertadas, el presupuesto apenas alcanza los $250 millones.
Son $25 millones al año para cada sala de teatro. Un poco más de 2 millones por mes. ¿No es ridículo?
Otro grave problema de la asignación de los dineros es que no existe continuidad en los procesos y eso afecta a quienes generan oferta cultural y forman artísticamente a las comunidades. Nunca se sabe si es la última vez que un programa recibe recursos, o al menos si esos recursos van a llegar de forma oportuna.
El problema de los espacios:
En Artes escénicas, las funciones del grupo teatral no alcanzan para adquirir una sede propia. Sus ingresos les permiten mantener una oferta permanente de obras de teatro pero no dan para más. Los ensayos se realizan en sitios prestados y las oficinas de grupos como este o el Teatro del presagio funcionan en las casas de sus directores o miembros.
Gloria Castro, directora de Incolballet, asegura que Cali se quedó con los mismos escenarios de hace 70 años. No se abren nuevos espacios.
El impacto en la intervención social
El presupuesto en cultura tiene un impacto en los programas de intervención social que históricamente han usado las artes como instrumento de sensibilización y como formación para el empleo.
Trabajos con comunidades de riesgo o vulnerables, que se les presentan como opciones de empleo.
El público. ¿Y los caleños qué?
El caleño no tiene voluntad de pago cuando hablamos de actividades culturales hechas en la ciudad, los conciertos y la cultura de la rumba o el fútbol consumen toda su atención. Las fiestas de la mejor cola o las visitas de Dj´s con precios exorbitantes resultan exitosas; pero las presentaciones culturales les parecen caras cuando superan los 5 mil pesos.
Existe un público joven que acude a los eventos, pero su poder adquisitivo es bajo, fruto del mismo desempleo y las malas condiciones laborales. La verdad es que la mayor parte de la población no está interesada en gastar en otra cosa que no sea fútbol y rumba. Para la muestra el apoyo a la construcción del estadio, monumento al desperdicio de recursos públicos.
Las respuestas de la Secretaría de Cultura y Turismo:
Escenarios: Existe suficiente infraestructura para actividades de mediana magnitud, pero sí se necesitan espacios más grandes para presentaciones de ballet o el mismo Petronio Álvarez. (Ya no se sabe donde acomodarlo).
Se empezará un trabajo de concientización para que el caleño valore el producto cultural.
Se revisarán los acuerdos que asignan recursos a ciertos eventos y se apoyarán actividades que tengan renombre.
El pasado
Durante la administración de Jorge Iván Ospina, en medio de las actividades de celebración del Día Internacional del Teatro, la instalación del artista Diego Pombo al frente del Teatro Salamandra fue un grito de inconformidad que no tuvo demasiado eco en los medios: un maniquí colgaba del cuello con un mensaje escrito, ‘Cali, un nuevo mentir’.
El presupuesto que la Alcaldía para el teatro se había reducido y la mala racha amenazó a todos los renglones de la cultura, la investigación, el ballet, el cine… terminando en el conocido “no es tan caro” de la feria de Cali.
La inconformidad con la forma como se trató el tema de la cultura durante los últimos años es algo generalizado. Las decisiones tomadas sin la participación de los diversos sectores de la cultura fue la principal queja, que gira siempre alrededor de la asignación y reducción de presupuestos.
Que terminan por definir la calidad y el panorama general de la cultura, privilegiando aquí y devastando allá, sin derecho a la interlocución.
Y más allá de eso, también se existieron denuncias sobre el incumplimiento de la asignación de los presupuestos una vez convenidos.
Hay que decir que en los últimos años la oferta “cultural” de la ciudad ha crecido, a la par de sus demandas presupuestales. Pero ha crecido con una tendencia a privilegiar las fiestas, la rumba y el alcohol, mientras se dejaban de lado museos y festivales alejados de la cultura de la rumba que tanto dinero produce para las discotecas, las licoreras y el “turismo”.
Este año, después del cambio de administración la secretaría de cultura y turismo de Cali enfrenta un reto mayor que puede recuperar la moral de los diversos “actores” de la cultura o terminar por hundir definitivamente esfuerzos e iniciativas de años que ya han sufrido los desmanes administrativos.
Esta crisis, sobre todo económica, es la oportunidad para construir una política cultural con proyección que aleje a la ciudad del trágico vaivén al que la someten los funcionarios de turno. Es el tiempo de lucirse. Salvando la cultura caleña.
La administración pasada:
El alcalde Jorge Iván Ospina respondió en su momento, que en los últimos tres años de su administración se gastaron más recursos en cultura que en los diez años anteriores. Y no es una afirmación falsa, la cuestión es ¿Cómo se debe invertir en cultura? Ya que entre otras cosas en este rubro se incluía el llamado Plan Talentos. Que ha tenido sus detractores. Pero que logro ayudar a muchos jóvenes a llegar a la universidad publica, eso sí, a unos costos algo exagerados.
“Los recursos siempre serán insuficientes en una sociedad precaria y pobre como la nuestra”, dijo.
El concejo de Cali y el presupuesto
El presupuesto de la ciudad creció un 2% este año 2012
Para el Concejo Municipal, la crisis que afronta la ciudad, no sólo en el terreno de la cultura, sólo se solucionará con la suma de esfuerzos de los sectores público y privado. En la presidencia de Jaime Gasca, el Concejo de Cali aprobó 1.7 billones de pesos como presupuesto para la ciudad en el 2012, que comparado con el año 2011 se incrementó en un 2%.
Ingresos |
Millones |
Administración Central |
$ 1.683.622 |
Escuela Nacional del Deporte |
$ 14.694 |
Teatro Municipal Enrique Buenaventura |
$ 269 |
Fondo Especial de Vivienda |
$ 5.259 |
Institución Universitaria Antonio José Camacho |
$ 17.645 |
Instituto Popular de Cultura |
$ 2.012 |
Total Presupuesto General |
$ 1.723.501 |
Fuente:Departamento Administrativo de Hacienda
Parece ser que también en el caso de la cultura, la Secretaría buscará recursos en el sector privado. Esa podría ser una gestión que le permita a Sandra de las Lajas Torres, actual Secretaria de Cultura de Cali, lucirse frente a la comunidad en estos años de vacas flacas.
Ojala aproveche cada peso,para lo cual necesitará depurar las estructuras donde se malgastan y embolatan una buena parte de los recursos para la cultura.
Lo cierto es que la cultura enfrentará más años de austeridad.Es así que numerosos miembros del Sector Cultural de Cali han expresado la urgente necesidad de tener acceso a los presupuestos de cultura del municipio ya que cada año numerosas entidades, organizaciones, fundaciones, grupos y artistas de la ciudad se quedan por fuera de los presupuestos.
Es importante difundir todas las disponibilidades presupuestales, ya que hasta hoy sólo se han publicado algunas convocatorias.
Tanto la Secretaría de Cultura y Turismo del Departamento, el Fondo Mixto para la Promoción de la Cultura y las Artes del Valle del Cauca y el Ministerio de Cultura de Colombia, entre otros, abren convocatorias para todas las áreas artísticas y culturales, las difunden ampliamente y suministran formatos fáciles de llenar para presentar los proyectos ¿Por qué la Secretaría de Cultura y Turismo de Cali no puede hacerlo de la misma manera?
Estas convocatorias deberían contar con un presupuesto amplio, pues la ciudad de Cali alberga infinidad de organizaciones, fundaciones, grupos y artistas que merecen un sólido apoyo para desarrollar su labor.
Si se quiere parar la arbitrariedad del padrinazgo político y la improvisación en el manejo del presupuesto de cultura es necesario implementar lo más pronto posible, cambios en las formas en que se define el presupuesto de la cultura caleña.