Todo se ensalza: ciencia e industria, conocimiento y aplicación, descubrimiento y realización práctica que lleva a otras invenciones, trabajo mental y trabajo físico.
Piort Kropotkin
Muchos criticamos y señalamos otros peor aún sienten lastima de la ‘mala suerte’ que tienen muchos niños y jóvenes en nuestra ciudad.
No basta con echar discursos moralistas o leer la prensa para estar enterados, falta compromiso de los gobernantes, misión en las empresas, dirección de los adultos y voluntad de los jóvenes.
El afán de tenerlo todo, de no esforzarse y de no estudiar ha ido creando una cultura facilista en la nueva Cali que se acostumbró al narcotráfico, al dinero fácil, lo que va convirtiendo a los jóvenes de pequeños vándalos a grandes asesinos por tratar de sobrevivir o en muchos casos de vivir muy bien el día a día
Después de ver este tema circulando por todos los medios, decidí ir y ‘untarme’, no es lo mismo tener la experiencia, que estar detrás de una pantalla recordando mis épocas de estudiante cuando me parecía exótico y a la vez peligroso visitar a mi mejor amigo que vivía en el Poblado II, no quería escribir eso que alguna vez vi, quería algo nuevo.
Pasó lo obvio, la situación que narraban los medios se quedaba corta ante tantas escenas que tuve que ver, desde el mal trato de madres a sus hijos, hasta el intento fallido de un robo de celular. Nada había cambiado, mejor dicho si, si había cambiado, la inseguridad estaba peor.
Caminé por el oriente de Cali en el sector de Aguablanca, cada que veía una esquina me encontraba con la mirada de mínimo 2 muchachos. Entre ellos se hablaban, reían y se empezaron a desplazar hacia mí. Tenía 2 opciones salir corriendo o esperar.
Decidí arriesgarme, me quede un poco desafiante aunque con un nudo de miedo en la garganta que no me dejaba ni hablar. Hice que no era conmigo y fijo, ese humo espeso y amargo llego a mi nariz. Estaban fumando marihuana.
Una vez cerca, vi que no estaban mal vestidos, tenían ropa y zapatillas de marca. Era una tarde de esas en que no suele haber mucha gente en la calle, eran como las 5 Pm.
Uno se hizo adelante y otro se hizo atrás empezaron a hablarme a decirme que estaban vendiendo unas velitas aromáticas y no recuerdo que otro cuento sobre dioses y rehabilitaciones. Les pregunte porque tenían sus ojos irritados, rompí el hielo. Una vez en confianza los anime a darme su versión, y que me contaran un poco sobre su vida. ¿Qué hacían? ¿Por qué fumaban? ¿Por qué se ubicaban en las esquinas? No fue fácil, primero tuve que convencerlos del motivo por el cual estaba allí.
Por decisión propia decidí no publicar sus nombres, el señalamiento y la estigmatización de la sociedad es peor que cualquier pena, incluso no sé si se llaman como me dijeron el caso, es que reconocieron ser miembros de una pandilla, se habían retirado del colegio, uno en 9º y el otro desde 7º, su hogar lo conformaban sus mamas y hermanos menores de los cuales ellos estaban encargados económicamente. De todas formas no dieron muchos detalles pero bajo sus ojos se veía reflejada una tristeza profunda y la culpabilidad de algunos detalles que no quisieron precisar, como por ejemplo el hecho de que de su ‘parche’ solo quedaban ellos, los otros ya ‘les dieron de baja’.
Lo que me quedo muy claro es que dentro de su corazón hay odio y rencor contra una sociedad que los discrimina y los señala.
‘‘No hay trabajo mona, dígame como mantengo a los chinos y a la cucha yo no los voy a dejar morir de hambre, monita dígame que haría si usted fuera a pedir trabajo y le dicen que no, muchas veces porque soy negro me cierran las puertas, si pilla, le toca a uno hacer lo que sea’’, me dejo sin palabras y pensando, sobre todo en el ¿usted qué haría? Esas son muchas de las declaraciones, los sentimiento de los ‘damnificados por la desigualdad, el racismo, machismo, etc que sufre no solo esta ciudad si no el mundo entero.
¿El fin justifica los medios?, ojo, no los estoy excusando pero hay que reconocer que nosotros tuvimos suerte y otros tantos nos han ayudado, pero hay quienes realmente no han tenido oportunidades incluso pudiendo tener más capacidades.
La falta de perspectivas, la pereza mental y la pobreza espiritual son los factores que más influyen en su comportamiento.
Yo vi cuando una madre le hablaba a su niño no mayor de 7 años acompañado por otra señora (al parecer tía del niño) la cual llevaba un cuchillo y en forma de ‘juego’ se lo ponía en su estomaguito, el niño grita ¡mami! ¡Mami! A lo que la señora madre contesta: dale, dale a esa ‘gonorreita’.
Al oriente de Cali se encuentra ubicado el sector más vulnerable de la ciudad, a esto le sumamos la inseguridad y el desempleo problemas sociales que están azotando a la ciudad.
Los menores de edad en los últimos tiempos son los que más se han visto implicados en robos, peleas callejeras e integrantes de bandas lo cual ha llevado a un alto índice de homicidios en menores de edad.
El Gobierno Municipal ha implementado algunas medidas que hasta el momento en cifras han sido efectivas, como el toque de queda, el plan desarme, programas sociales y más policías, pero lo cierto es que esta situación va más allá y no se pueden solucionar con pañitos de agua tibia.
Escandalosa cifra de 24 homicidios en el pasado fin de semana, en su mayoría por ajuste de cuentas entre pandillas, los mayores implicados son menores de edad, es tan preocupante que los reclusorios ya no tienen cupo.
Muchas veces la solución no está en los grandes proyectos, si no en resolver lo urgente por encima de lo importante, cuando se tiene esto claro y se ejecuta se podrá pensar en desarrollo pero no se puede hacer cuando en vez de arrancar de raíz la enfermedad, se sigue adelante calmando con ‘pastillitas el cáncer’.
Incentivar a los jóvenes a estudiar y ampliar la jornada escolar es un buen comienzo, pero la educación debe reorientarse, aterrizar los conceptos y ejecutarlos en la realidad, crear líderes, formar personas con proyecciones empresariales, y direccionarlos a vivir la vida como el dicho ‘‘despacio que voy de prisa’’, debido a la celeridad con el que el consumismo a veces nos lleva.
La Secretaria de Gobierno al mando del Dr. Carlos José Holguín y la Secretaria de Educación liderada por el Dr. Raúl Salazar se han puesto de acuerdo en unir sus fuerzas y trabajar juntos por la educación. El deporte, el arte, la lectura y las actividades complementarias en las instituciones son claves para disipar y alejar a nuestros chicos y chicas de los vicios y mañas que trae el ocio y el exceso de tiempo libre.