Por redacción ciudad
En los últimos años la zona de Granada se ha transformado en el lugar indicado para ir probar cosas nuevas o simplemente más costosas. La zona conocida como el oeste de Cali tiene en su haber la mayor concentración de restaurantes de la ciudad. Los que se encuentran en el barrio Granada suelen ser los más tradicionales, entendiendo por esto el año de su fundación. Sin embargo los últimos años le han dejado el barrio una nueva generación de restaurantes y locales nocturnos, unos contra los que han luchado los vecinos que aún se niegan a convertir el lugar que los ha visto vivir durante tantos años en una zona especial de rumba y comidas.
Para las familias que suelen (y pueden) ir los fines de semana es recorrido puede ser bastante costoso, teniendo en cuenta el salario promedio de habitante de Cali. En un restaurante del al zona, digamos uno en el que se puedan encontrar comida mediterránea, hay una serie de sobrecostos al rededor el plato principal. Es otra manera de comer, y de pagar. Un corrientazo cuenta $5.000 pesos y trae todo. Aquí hay adiciones propuestas en el menú que se salen del presupuesto de cualquier obrero. Hay una carta de vinos y se suele ordenar uno, el precio de una botella suele estar entre los $50 y $70 mil pesos. Las de precio moderado. La comida, digamos, el plato fuerte, puede costar otros 40 mil pesos. Hablemos, por ejemplo, de espaguetis a la carbonara, saldrían en promedio en $30 mil pesos. Para una familia de 4 la comida principal costaría más de $100.000 pesos sin vino. Hay un tipo de consumidores que pueden pagar incluso cifras más altas, y que suelen frecuentar restaurantes donde las tarifas son astronómicas. Muchos de estos lugares tienen la especialidad de la comida de mar. Unos calamares en su tinta pueden estar por el orden de los $50 mil pesos, existiendo en la carta platos de valores mayores.
La vida nocturna no tiene precios tan excluyentes. Aunque en este aspectos los lugares abren sus puertas a un amplio espectro de los estratos económicos. La entrada, o cover a un club puede estar entre los $10 mil y $20 mil pesos. La oferta musical es variada, desde espacios alternativos para hipsters o estudiantes de artes hasta típicas pistas de baila caleñas, que sin embargo muestran diferencias con otras ubicadas en el resto de la ciudad. El consumo al interior de estos establecimientos es variable, pero suele pasar de los 50 mil pesos por una botella de aguardiente hasta 300 por alguna de whisky.
En el sector de San Antonio la oferta de restaurantes permite la visita de un sector más amplio de la población. Hay comida internacional por precios que van desde los $20 mil pesos y comida de elaboración lenta o fuera de lo común (hablamos todo lo que no sea un corrientazo) desde $3.000 pesos. Hay arepas, helados, comida de mundo y más. Sin duda la zona de las ciudad con la oferta más varada de consumo de alimentos. Una familia de 4 personas podría ir a comer un fin de semana con $50 mil pesos.
El Peñón es otro de los barrios del oeste de Cali que cuentan con una amplia oferta de restaurantes y lugares de esparcimiento nocturno. Frente al parque del mismo nombre hay una buena cantidad de restaurantes, incluyendo varios de comida italiana, cuya especialidad son las pastas. Una comida aquí con vino incluido para dos personas, del tipo de familias que visitan el lugar, es decir, sin hijos, puede estar en los $10 mil pesos, incluyendo una botella de vino de valor regular. Otros sabores, otros ambientes, se encuentran fácilmente en el sector. Los precios oscilan entre los $12 mil pesos que cuesta una pizza personal hasta los $100 mil de las trufas que ofrece algún lugar. En suma, una zona que excluye a gran parte del público potencial de la ciudad, el cual tendría que trabajar toda una semana para invitar a su familia a almorzar. Un lujo que, como siempre, pocos se dan.