Por José Antonio Aguilera
Agradezco de antemano a las diferentes personas que pasaron por esta columna y dejaron sus mensajes, son esto los que lo impulsan a uno seguir dedicándole unas horas de mi trabajo a esta bella columna, para que los caleñ@s podamos disfrutar en familia lo ecológico y el medio ambiente, a continuación sobre las rosas, “Una rosa es una rosa es una rosa”…así dice un viejo refrán refiriéndose a que las cosas son como son y punto. Y que mejor ejemplo que la maravillosa rosa, indiscutible y hermosa, una de las flores de mayor significado y uso en nuestro mundo. Pero aún siendo una de las flores más comunes, para muchos, es un misterio su cultivo. La rosa era considerada como símbolo de belleza por babilonios, sirios, egipcios, romanos y griegos. Aproximadamente 200 especies botánicas de rosas son nativas del hemisferio norte, aunque no se conoce la cantidad real debido a la existencia de poblaciones híbridas en estado silvestre.
Las primeras rosas cultivadas eran de floración estival, hasta que posteriores trabajos de selección y mejora realizados en oriente sobre algunas especies, fundamentalmente Rosa gigantea y R. chinensis dieron como resultado la "rosa de té" de carácter refloreciente. Esta rosa fue introducida en occidente en el año 1793 sirviendo de base a numerosos híbridos creados desde esta fecha. Si te vas a aventurar a sembrar bellas y olorosas rosas, aquí algunos consejos básicos:
La mejor época para sembrar tus rosas es en junio, cuando aún el terreno está húmedo y el clima fresco. Las raíces pueden adaptarse mejor ya que las condiciones son perfectas para su desarrollo inicial.
La rosa es caprichosa y tiene un eterno romance con el sol, por lo que a la hora de sembrarlas es importante escojas un lugar soleado. Que reciba como mínimo seis horas de sol directo a diario.
Si vas a sembrar más de una planta de rosas recuerda dejar un espacio prudente entre éstas. Como antes dije, la rosa es muy caprichosa. Le encanta tener espacio para respirar y extender sus ramas. Si quieres ver rosas en tu jardín, dales espacio para que florezcan. Si deseas reemplazar un viejo rosal por uno nuevo, te recomiendo que extraigas además 1 pie cúbico (30 cm3) del terreno viejo, y lo sustituyas por terreno nuevo, de manera que la nueva planta cuente con un terreno lleno de nutrientes para un buen comienzo. Una opción es mezclar ese viejo terreno con compost de tu patio.
A las rosas, igual que no les gusta compartir su espacio, tampoco les gusta compartir su cama. Cuando vayas a sembrar una planta de rosas, asegúrate de que el terreno esté húmedo, pero sobre todo, que la tierra sea nueva y fértil. Haz un boquete relativamente profundo donde vayas a sembrar tu planta de rosas, remueve la tierra vieja y rellénalo con tierra nueva. Las raíces de tu nueva planta se adaptarán mucho más rápido a su nueva casa. Las rosas se ven maravillosas en una "isla" dentro de un área cubierta de grama. Los rosales más pequeños son buenos para plantar en los bordes, los cuales son perfectos para combinarlos con otras especies más altas. Haz un hueco en el terreno lo suficientemente grande para el cepellón de la planta. Recuerda soltar la tierra en el fondo del hueco. También puedes agregar cáscaras de huevo pulverizadas, que actúa como un abono de lenta disolución, muy rico en fósforo. Esto ayudará a que tus rosales crezcan sanos.
Asegúrate de que tus plantas de rosa reciban suficiente agua, sobre todo en los primeros meses luego de haberlas sembrado. La rosa no necesita demasiada agua, pero tampoco le va bien cuando le hace falta. La clave está en la constancia, nunca inundar el terreno ni dejar que se seque como las dunas de un desierto.
La propagación se puede llevar a cabo por semillas, estacas, injertos de vareta e injertos de yema, aunque es este último el método más empleado a nivel comercial.
La reproducción por semillas está limitada a la obtención de nuevos cultivares. Las estacas se seleccionan a partir de vástagos florales a los que se le ha permitido el desarrollo completo de la flor para asegurar que el brote productor de flores es del tipo verdadero. Además, los brotes sin flor son menos vigorosos, por lo que poseen menos reservas para el enraizamiento.
Pueden utilizarse estacas con 1, 2 ó 3 yemas, dependiendo de la disponibilidad de material vegetal, aunque son preferibles las de 3 yemas, ya que presentan mayor longitud y más tejido nodal en la base, disminuyendo así las pérdidas debidas a enfermedades.
La base de las estacas se sumerge en un compuesto a base de hormonas enraizantes antes de proceder a la colocación en un banco de propagación con sustrato de vermiculita o con propiedades similares, con una separación de 2,5-4 cm entre plantas y 7,5 cm entre hileras.
Debe mantenerse una humedad adecuada y una temperatura en el medio de 18-21ºC. En estas condiciones el enraizamiento tiene lugar a las 5-6 semanas, dependiendo de la época del año y de la naturaleza del vástago. Posteriormente se procede al trasplante a macetas de 7,5 cm o directamente al invernadero.
El problema de este sistema es que las plantas con raíz propia son bastante pequeñas y necesitan un tiempo considerable para que la planta crezca lo suficiente para que se comiencen a recolectar flores.
El injerto de vareta o injerto inglés, rara vez se utiliza para la producción comercial de flor de corte, ya que también requiere demasiado tiempo.
El material para los patrones se obtiene de plantas que han sido tratadas con calor para la eliminación de virus y otras enfermedades. A finales de septiembre se cortan los brotes largos de las plantas patrón, se les eliminan las espinas y se sumergen en una solución de hipoclorito sódico (1/3 de 1%) durante 15 minutos. Se cortan en segmentos de 20-21 cm y se quitan las yemas de las estacas, retirando todas las yemas inferiores, dejando tres en el extremo superior. Después del tratamiento o desinfección del suelo, se procede al abonado de fondo previo análisis de suelo. Los tallos se tratan con hormonas enraizantes y se plantan en surcos separados a 122 cm, distanciándolos a 13 cm, desde mediados de noviembre hasta mediados de diciembre, dando un riego inmediatamente después de la plantación. El injerto normalmente se realiza a mitad de junio, cuando ya hay suficiente enraizamiento y la corteza se puede pelar fácilmente. Se practica una incisión en forma de "T" hasta la profundidad del cambium, bajo los brotes del patrón. Se inserta entre las solapas que forman la "T" la yema procedente del brote de un cultivar elegido, procurando un sistema de sujeción por encima y por debajo de la yema. Transcurridas 3-4 semanas se corta aproximadamente 1/3 del patrón por encima del injerto y se rompen las puntas, las cuales serán eliminadas 3 semanas después, cuando se extraen los patrones del suelo. Las plantas se limpian y se clasifican según su calidad (desarrollo del sistema radicular, crecimiento de la planta, etc.), se empaquetan y se almacenan en frío (0-2ºC) hasta que se transportan al floricultor entre enero y junio.
En Holanda se emplea una técnica alternativa conocida como "stenting", que consiste en injertar lateralmente el cultivar deseado sobre una estaquilla del portainjertos que se enraíza mediante los métodos normales de propagación. Actualmente también es posible la producción de rosales in vitro.
La variedad en plantas de rosa en grandísima, hay desde rosas miniatura hasta rosas trepadoras, sus colores van desde amarillo canario hasta rojo y naranja, lo importante es que te asegures de escoger rosas que mejor se adapten a la zona climatológica donde vives.
La rosa como a toda mujer, le gusta que la atiendan. El equivalente para una rosa de una buena manicura es la poda. A la rosa le gusta que le eliminen las ramas secas, las flores ya marchitas y las hojas viejas. Haz esta poda de forma consistente, siempre con un corte firme de 45 grados cuando se trata de ramas secas.
Igual que con muchos otros tipos de planta, existe un fertilizante especial para rosas. Dependiendo del tipo de rosa que hayas escogido, busca el fertilizante que mejor le vaya, los orgánicos por lo general dan mejores resultados y son más seguros. Siempre lee las etiquetas del mismo o pregunta cómo se utiliza en el lugar donde lo compres antes de utilizarlo.
Una vez tu planta florezca y decidas es tiempo de cortar algunas rosas para decorar tu hogar, coloca las rosas recién cortadas en un envase con agua lo antes posible para que no se seque el área donde cortaste la rosa, esto prologará su vida. Otro consejo que prolonga su duración, es triturar una aspirina y diluirla en el agua donde colocas las rosas.
Ya sean amarillas, blancas o rojas, miniatura o gigantes, las rosas están llenas de diversos significados, también cargan muchos misterios sobre la belleza y la naturaleza, misterios que sólo el que las cultiva podrá descubrir.