Informe especial

La vulnerabilidad de los asentamientos subnormales de vivienda incompleta, son el principal problema que debe atender una ciudad con riesgo sísmico.
El movimiento sísmico de 7,1 grados que se sintió en días anteriores en Cali y varias ciudadesdel suroccidente Colombiano, tuvo una intensidad mayor al que se registró en Popayán en 1983, y que destruyó varios sectores de esa ciudad. Por fortuna en esta oportunidad las consecuencias fueron menores, por haber sucedido a una mayor profundidad 166 kilómetros, frente a los 12 que afectaron a la capital del Cauca.
Comunicador Social – Periodista de la Pontifica Universidad Javeriana de Bogotá
Pero más allá del susto que provocó y las posteriores anécdotas en cadenas de BlackBerry o redes sociales, este movimiento sísmico debe ser un “sacudón”, que genere una reflexión acerca de nuestra política de mitigación de riesgos y la vulnerabilidad de Cali frente a este tipo de fenómenos naturales.
En este sentido resulta importantela iniciativa de un simulacro el próximo 17 de este mes que está organizando el Consejo Municipal de la Gestión del Riesgo de Desastres de Cali, en el que se calcula la participación de 70 mil personas. Pero más allá del simulacro, esta ciudad en las colinas del extremo sur, tiene una de las principales problemáticas en materia de riesgos. 16 asentamientos subnormales, ocupados por más de 40000 personas, y en los que se calcula que 25000 están en un riesgo continúo por haber construido sus viviendas en terrenos y condiciones que no les ofrecen garantías para sus vidas frente a sismos fuertes.
Por ejemplo, en el sector de La Cruz, en la parte alta del barrio Los Chorros, las familias que llegaron hace 25 años a invadir unos terrenos inhóspitos se encontraron una cruz, que había sido puesta allí en memoria de un grupo de mineros que había fallecido en el derrumbe de una mina de carbón.
Esta situación no les generó ningún tipo de temor a estas familias, que desesperadas por la falta de una vivienda, se tomaron los terrenos, a sabiendas que corrían un riesgo permanente. Hoy en el sector La Cruz viven, de acuerdo con el registro de la Secretaria de Vivienda de Cali, 500 familias. Y el peligro de un deslizamiento es permanente.
En La Cruz, durante 25 años se han levantado viviendas, sin ningún tipo de ordenamiento estructural. Tampoco se ha atendido el tema de la mitigación de riesgos, pues muchas de las casas están sobre terrenos arcillosos y en una montaña en la que desafían todos los conceptos de la construcción, ésta situación se repite en buena parte de la Comuna 18.Y para completar la tala de bosques para favorecer una urbanización, sin servicios públicos y sin criterios de planeación urbanística. Todo esto trae como consecuencia el deterioro ambiental acelerado, que a su vez genera otros peligros para estas comunidades, que por el momento están solicitando una reubicación al Complejo de Vivienda de Interés Social, Altos de Santa Helena.
En caso de que Cali tuviera un evento sísmico, de poca profundidad y con un elevado nivel en la escala de Richter, las consecuencias de las fallas tectónicas que afectan a esta capital serían catastróficas, especialmente en estos barrios de una ladera invadida y en la que viven bajo su cuenta y riesgo miles de familias.
El vertiginoso crecimiento informal de la comuna 18 de Cali
Entre el mínimo y el rebusque, haciéndole el quite a la pobreza en las laderas de Cali