*Guillermo Ulloa Tenorio
Temas estratégicos para el desarrollo integral y mancomunado de la población y el territorio con enfoque de largo plazo
En el Plan de Desarrollo Nacional, conocido como “Prosperidad para Todos”, la Administración del Presidente Santos introdujo una figura y herramienta fundamental para la formulación y articulación de proyectos de envergadura regional que pretenden acciones entre los distintos niveles de gobierno, permitiendo un acuerdo de voluntades entre la Nación y las entidades territoriales. Bajo esta novedosa figura se identifican temas estratégicos para el desarrollo integral y mancomunado de la población y el territorio con enfoque de largo plazo. Cali ha conformado con algunos municipios vecinos, el denominado G-11, que además de servir como marco para consolidar un área metropolitana, define una visión estratégica de mediano plazo sobre el ordenamiento territorial.
Hábilmente, este nuevo bloque regional presentó recientemente proyectos de fortalecimiento regional, bajo la figura del Contrato-Plan, por un valor cercano a los $5 billones, de los cuales el 60%, o sea $3 billones corresponderían a recursos del orden nacional. Las contrapartidas y fuentes de financiación complementarias son de responsabilidad municipal y departamental. Para el Valle del Cauca y los municipios de Buenaventura, Candelaria, Dagua, Florida, Jamundí, La Cumbre, Palmira, Pradera, Cali, Vijes y Yumbo, actores protagónicos y receptores, se convierte en una excelente alternativa de lograr importantes recursos como complemento para sus planes individuales de desarrollo.
Algunos congresistas mostraron su inconformidad con algunas partidas que buscan subsanar la inestabilidad financiera de iniciativas de economía mixta
Aunque los proyectos son de trascendencia e impacto regional, algunos de ellos no son concordantes con necesidades apremiantes de desarrollo y sostenibilidad social. Algunos congresistas mostraron su inconformidad con algunas partidas que buscan subsanar la inestabilidad financiera de iniciativas de economía mixta, como el caso especifico del Centro de Eventos del Pacifico. Airadas y fundamentadas protestas se escucharon en virtud a que la inoperancia de este ente no puede ser asumida por el estado. El gran impulsor de dicho centro ha sido la Cámara de Comercio de Cali y es a ella a quien corresponde buscar alternativas para subsanar su déficit operacional sin apoyarse en la herramienta del Contrato-Plan, empleando recursos estatales para enmendar su descalabro financiero. Quizá es el momento de replantear el destino y mejor utilización de sus instalaciones y buscar un Centro de Eventos de mayor practicidad, accesibilidad y cercanía al sector hotelero y gastronómico de la ciudad.
Se discute la ilegalidad, constituyéndose en un presunto prevaricato, financiar algunos obras en la ciudad de Cali, que han sido decretadas por valorización dentro del paquete de obras de las 21 Megaobras en ejecución. La vía al Mar desde la portada, en el barrio Santa Rita hasta el Km. 18, corresponde a una obra decretada y no podría plantearse a través de esta figura. La Administración Municipal se encuentra ante una encrucijada para finalizar las Megaobras, pero definitivamente es un imposible jurídico utilizar esta herramienta. Igualmente algunas otras iniciativas, como la segunda pista del Aeropuerto Bonilla Aragón, estudios de consultoría de nuevas fuentes de agua, entre otros, son proyectos que deben ser asumidos por los correspondientes entes, como el caso de la Aeronáutica Civil o las empresas de servicios públicos y no ser incluidas dentro del paquete del Contrato-Plan.
Es evidente la falta de unificación de criterios de la bancada parlamentaria, la ausencia de coordinación con el Gobernador y la falta de un profundo análisis del derrotero regional
Sin embargo nuevamente quedó al descubierto la falta de coordinación entre los diferentes entes de Planeación estatal regional y discrepancias entre el Gobernador Ubeimar Delgado y los alcaldes de la reciente asociación de los municipios del sur del Departamento. Sí bien es cierto los proyectos están contenidos en el Plan de Desarrollo Departamental, indudablemente, lo que se vislumbró fue la dinámica iniciativa de Cali con sus asociados y una negligencia de la Gobernación y su Departamento de Planeación, quienes no solamente no estaban de acuerdo con el ambicioso plan, sino sorprendidos por no tener conocimiento preciso de lo que se estaba presentando. Es evidente la falta de unificación de criterios de la bancada parlamentaria, la ausencia de coordinación con el Gobernador y la falta de un profundo análisis del derrotero regional.
Las preguntas que nos debemos hacer son; ¿Cuál es la función y efectividad del Bloque Parlamentario, reunido a instancias de la Cámara de Comercio, sí ante la propuesta más importante de región, fueron sorprendidos por los temas tratados? ¿Será que nuevamente, prima el interés de la micro – política, el acomodo de la burocracia parlamentaria, el juego del poder electoral, por encima de la visión regional de largo plazo, que demandamos quienes elegimos nuestros representantes? Es momento de reflexionar sobre quienes, indudablemente, elegimos para que nos representen con eficiencia, transparencia y motivados por el bienestar general por encima del particular.