Por Guillermo E. Ulloa T.
Los sistemas de transporte masivo deben ser alimentados con mecanismos que permitan llevar un mayor número de usuarios a las rutas troncales. En los sistemas de trenes subterráneos o en altura han venido empleándose escaleras mecánicas para facilitar el acenso o descenso. Mediante dispositivos de lectura electrónica se adapta la velocidad del flujo peatonal e inclusive en estaciones de altísimo tráfico se instalan tres corredores para que en horas pico se direccionen favoreciendo el destino del tráfico.
En los sistemas subterráneos de Paris, Londres, Nueva York, Washington D.C., entre otras, donde existen diferentes niveles de líneas férreas, son una facilidad para el usuario, además regulan el flujo para un mejor desempeño de la integralidad del sistema.
En Barcelona, el sistema de escaleras mecánicas se ha venido aprovechando para facilitar al morador de barrios de ladera su movilidad en razón a las altas pendientes, en especial las personas de avanzada edad, los que padecen de alguna limitación física y las madres con niños de brazos.
Medellín adoptó el sistema de escaleras mecánicas finalizando la alcaldía de Sergio Fajardo. Sin embargo, la problemática no era solamente de movilidad sino de estructura urbana propia del gueto colombiano.
Los barrios de ladera de las capitales colombianas corresponden a la difícil topografía, para la cual las oficinas de Planeación han determinado que en razón a su alto riesgo se limita la viabilidad para desarrollos residenciales formales. Bajo esta premisa, estos espacios urbanos son aprovechados por los “urbanizadores piratas”, para fomentar invasiones, que posteriormente se convierten en fortines de bandas al margen de la ley ahuyentando la presencia de órganos de seguridad.
Pese al gran desafío de composición urbana, Medellín optó por el sistema de escaleras mecánicas, lo cual se vio cristalizado en la administración de Alfonso Salazar. El éxito del sistema ha integrado las comunidades, rompiendo con las barreras invisibles de descomposición, reconstruyendo el tejido social, reduciendo índices de violencia y quizás lo más importante empoderando al habitante del sector con sentimientos de orgullo y pertenencia.
Las comunas de ladera de la ciudad de Cali, 1, 18, 19 y 20 poseen una estructura similar a las comunas de oriente de la capital antioqueña.
Cali debe adoptar el sistema de escaleras mecánicas integrándolas, como solución complementaria, al Sistema de Transporte Masivo de la ciudad.
Su desarrollo, implementación y mantenimiento debe estar a cargo de METROCALI, como parte integral del SITM, donde se prioriza la movilidad del peatón, se transforma el tejido urbano y se alimentan los corredores de transporte masivo.
Una propuesta con “Amor por Cali.”
@geulloa