Por: Ana María Correa C.
Mi nombre es Ana María Correa, tengo 27 años y nací en Cali-Colombia y vivo hace 3 meses en Alemania. Mannheim se llama la ciudad donde vivo y queda como en la mitad de Alemania, al lado de una de las ciudades más reconocidas de Europa, Frankfurt.
Tenía hace muchos años la expectativa de viajar al extranjero para tener la oportunidad de una nueva experiencia, la cual sabía tendría un gran impacto en mí, no sólo como profesional sino como persona. Siempre he tenido claro que el proceso de crecer como personas requiere de conocer nuevas y diferentes culturas. Por eso me di a la tarea hace más de dos años de ver cuales pasos debía seguir para lograr una meta clara: estudiar mi maestría en Alemania, en inglés pero practicando la cultura e idioma alemán que llevo aprendiendo hace más de doce años por mi formación escolar en el colegio alemán y adicionalmente el inicio de mi carrera profesional en el ICAFT( instituto Colombo Alemán para la formación tecnológica).
Cuando la gente me preguntaba en Colombia, porqué te quieres ir a Alemania a hacer una maestría en inglés. ¿ No es mejor en Alemán teniendo claro que ya sabes el idioma?, pues en realidad si podía sonar un poco absurdo, teniendo en cuenta que otros países de habla inglesa me podría brindar tal vez un mejor nivel de master en inglés y poder practicarlo también el día a día, en un ambiente menos formal. Sin embargo mi objetivo era claro en Alemania por varias razones. La razón principal es que Alemania a diferencia de países de habla inglesa como Estados Unidos, Canadá o Inglaterra tienen un excelente nivel educativo, pero es excesivamente costoso. Alemania tiene un sistema muy atractivo para los estudiantes ya que no solo otorga muchísimas becas al año para que el extranjero venga a capacitarse aquí, sino que ya el sistema como tal, permite que sin beca los extranjeros podamos estudiar aquí.
Mi maestría por ejemplo es internacional y cuesta 95Eur el semestre , lo cual se traduce a pesos colombianos como $250.000. Este monto es claramente representativo, ya que en realidad es gratuito el sistema y el gobierno se encarga de cubrir el costo de educación para extranjeros y alemanes. La educación es de primer nivel, lo cual me garantizaba poder acceder a este costo irrisorio al estudio, y a la vez tener clases con profesores con una alta experiencia laboral y nivel académico doctoral.
Adicionalmente, llegar a Alemania me permitía nuevamente practicar el idioma alemán en mi día cotidiano, con otros estudiantes alemanes de la universidad y poder desenvolverme el día a día con la cultura. Trabajar aquí como estudiante extranjero también es posible (180 días al año con el estatus de estudiante), lo cual a diferencia de otros países, hace este país muy atractivo para nosotros los colombianos. Yo no contaba con mucho dinero para mi sostenimiento acá, teniendo en cuenta que no tenía una beca que me cubriera mi mantenimiento, por lo cual el tema de acceder a trabajos informales incluso en empresa.
”Workstudent” o trabajo estudiantil, me abría las puertas a tener formas de vivir aquí sin muchas preocupaciones económicas.
Hoy en día todas estas premisas son reales. Vivo en Alemania, estoy mejorando mis ingles increíblemente por la maestría 100% en inglés y también mi alemán ha mejorado mucho. He trabajodo algunos días "trabajos de promoción", eventos, etc. Y la remuneración es bastante buena. Vivir aquí es menos caro que vivir en Colombia con nuestros salarios, lo cual para nosotros como colombianos es un choque inmenso y nos reevaluamos la calidad de vida que queremos tener. Sin embargo también nos ayuda a pensar que nuestro país tiene gente valiosa, trabajadora y quiero devolverme al país a regresarle algo de la experiencia que he tenido y tendré en este país a lo largo de dos años.
De Cali extraño muchísimas cosas. La calidad de la gente y nuestro colectivismo nos hace únicos en otros países del mundo. El caleño aquí y en cualquier parte marca la diferencia. Somos gente que se preocupa por lo demás, tenemos unos valores y éticas marcados por nuestras familias y nos gusta pensar en nuestra comunidad. En general el colombiano es así, pero hablo por la comunidad de caleños que vive en Mannheim que es bastante grande. En esta ciudad viven muchísimos caleños y todos están pendientes unos de los otros y cada vez que se puede nos reunimos a hablar de las cosas chéveres de Colombia y de Cali. La comida nuestra es única y aquí por mas salchichas, cerveza de alta calidad y comida turca barata y rica, no hay nada como un sancocho una empanada un champús o un chontaduro. En serio ese tipo de cosas se extrañan demasiado.
El clima es otro factor que definitivamente ataca las emociones de la gente. Yo llegue en primavera y la gente estaba como aburrida, pensativa. Pero apenas llego el verano, la gente cambia de color, de ánimo y se hace la vida más amable en este país. Nosotros tenemos la fortuna de un clima que aunque en los últimos años ha traído problemas de inundaciones, etc. Hemos podido disfrutar del sol muchas mañanas en el año y eso nos permite ser más alegres, más amables más cercanos los unos a los otros. Definitivamente el clima si es la piedra en el zapato en la vida de los europeos.
Hablando de la reputación de nuestro país, todavía nos queda mucho por hacer para ir generado un cambio no solo en la comunidad Europea, sino con otros países del mundo. Es increíble, pero aún hay muchas personas que no saben ni donde queda Colombia. Sin embargo hace 10 años estuve aquí y si ha habido una evolución definitivamente frente al conocimiento de nuestro país. Hay más gente interesada en nuestro país y temas como el consumo de coca, la marihuana y las Farc no son nuestra única bandera. De todas formas tenemos la responsabilidad de seguir luchando por el nombre de Colombia.