“Yo uso el ‘modo oscuro’ porque me gusta cómo lucen los dispositivos con el fondo negro. También porque siento que mi vista no se esfuerza tanto y la batería del teléfono me dura más al tener una pantalla menos brillante”, comparte Mario Rübke, director del sitio especializado en tecnología MadBoxPC.
Conocido mundialmente como ‘dark mode’ o ‘modo oscuro’ o, en algunos casos, como ‘modo nocturno’, esta forma de configurar la interfaz gráfica de nuestros dispositivos electrónicos viene ganando adeptos con mucha fuerza, al punto de que importantes empresas han anunciado su incorporación en sus productos.
Apple ya lo tiene en su más reciente sistema operativo, Mojave. Microsoft lo tiene en su Windows 10 hace rato, y con cada actualización amplía sus funciones, mientras que Google y Apple anuncian que lo incorporarán en las próximas versiones de Android y de iOS, respectivamente.
De hecho, hace pocos días se lanzó la versión beta del sistema operativo, cuya principal promesa en esta materia es hacer que el modo oscuro funcione con todas las aplicaciones del teléfono, incluso con aquellas que no hayan desarrollado esta función.
Google Chrome, el navegador más usado en Internet, también se sumó a la tendencia y lo tiene disponible en la versión Chrome Canary, que hay que descargar, a modo de prueba.
Pasado y presente
“En los comienzos de la informática, y por un tema técnico, no había opción: había que usar el fondo negro y las letras blancas de las ‘consolas de comandos’. Pero la evolución tecnológica llevó a adoptar el fondo blanco, ya que así lucen los libros y, para los usuarios, era más natural leer en pantalla”, explica Diego Dujovne, académico de la Escuela de Informática y Telecomunicaciones de la U. Diego Portales, de Chile.
Según el académico, este retorno al fondo negro se debe a que a los usuarios les gusta personalizar al máximo la experiencia en sus dispositivos, además de que se dieron cuenta de que al hacerlo sus baterías duran más.
“Las pantallas representan uno de los consumos más importantes de energía para un celular. En las más modernas, cada pixel se ‘enciende’ por separado y por eso realmente se ahorra energía”, dice Dujovne.
El otro gran argumento para usar el modo oscuro son los ojos. Muchos usuarios aseguran que se cansan menos con esta forma de visualización de sus contenidos, porque hay menos luz sobre sus ojos.
El oftalmólogo Juan Pablo López, académico del Departamento de Oftalmología de la Universidad de Chile, dice que estos beneficios, aunque acotados, existen.
“No hay ningún estudio ni evidencia que indique que la exposición a pantallas produce daño permanente. Lo que sí ocurre es una fatiga visual que causa cefalea y sequedad del ojo, porque las personas pestañean menos al estar frente a la pantalla. Esos síntomas pueden disminuir si se baja el contraste y la luminosidad de la pantalla”, explica.
El especialista agrega que pacientes con ciertas patologías –como la fotofobia que padecen las personas albinas– se ven beneficiadas al utilizar letras grandes sobre fondo oscuro.
En los sistemas operativos Windows y MacOS, pasarse al modo oscuro es bastante sencillo, y basta con cambiar una opción en la sección de ‘configuración de pantalla’.
“En Windows 10 es una opción más de las configuraciones. También lo hemos incorporado en Office (Word, Outlook, Excel) y en el navegador Edge. Muchos usuarios que trabajan de noche lo prefieren, ya que les molesta una pantalla tan luminosa en la oscuridad”, aclara Christian Sfeir, director de Tecnologías Cloud de Microsoft Chile.
Las pantallas representan uno de los consumos más importantes de energía para un celular. En las más modernas, cada pixel se ‘enciende’ por separado y por eso realmente se ahorra energía
En el mundo móviles
En los sistemas operativos para celulares, como iOS y Android, esta opción estará disponible en las actualizaciones que saldrán este año. Sin embargo, aplicaciones de uso común en los teléfonos –como es el caso de Twitter– incorporan un modo nocturno, y hay que cambiarlo en las configuraciones.
Algunos fabricantes de celulares también lo han incorporado en sus equipos. Es el caso de Samsung, que tiene un modo de ahorro de energía y uno de ultraahorro. Este último “adapta la pantalla a una escala de grises o invierte los colores; además, reduce el número de ‘apps’ disponibles solo a las imprescindibles”, dice Macarena Parker, ‘product manager’ de Smartphones en Samsung Chile.
Y, aunque esta tendencia está obligando a los desarrolladores a incorporar esta nueva interfaz, hay algunos que no lo han hecho. Es el caso de WhatsApp, donde se puede aplicar un fondo negro, pero los mensajes siguen apareciendo en globos blancos con letras negras.
No es el caso del Messenger de Facebook, que este mes habilitó esta función, a modo de prueba, aunque para activarla hay que seguir un procedimiento un tanto inusual, pero ciertamente propagandístico de la red: primero hay que buscar y enviar un ‘emoji’ en forma de media luna amarilla a cualquiera de sus contactos, lo que desatará una lluvia de medias lunas amarillas en su móvil, tras lo cual el sistema le dará acceso a la configuración que permite la activación del modo oscuro.
“Yo trato de configurar las aplicaciones para que estén oscuras, pero en algunas no funcionan, ya que los menús están diseñados para un fondo blanco y, simplemente, no se ven”, advierte Rübke. Pero cada vez son más las que lo permiten, Skype entre ellas, y, si no, hay aplicaciones que ayudan a convertir nuestra vida frente a la pantalla al ‘lado oscuro’, como Dark Reader.