
Por Ramiro Varela Marmolejo
Ingeniero Civil de Univalle, MBA U. V., Director de Caliescribe, constructor, Ex -Congresista y Ex Concejal de Cali.

Ha presentado el Alcalde municipal y la Secretaria de Hacienda, el presupuesto para el año 2020 y el marco fiscal de mediano plazo, de conformidad a normas legales y dentro de éste aparece el plan financiero, como elemento de planificación presupuestal para determinar la situación financiera del municipio de Cali, en cuanto a los ingresos programados para las próximas vigencias y la capacidad para atender oportunamente sus obligaciones dentro del marco normativo y regulativo. Esto permite demostrar que Cali tiene una situación financiera crítica, y no hay manera de mejorar la capacidad económica como lo vamos a ver.
Hueco fiscal e intervención de las finanzas
Las finanzas del municipio no están en un contexto de equilibrio financiero y programación idónea de los ingresos y los gastos, Cali no es sostenible, por ello debe entrar en un plan riguroso de austeridad, de control al excesivo gasto que lo representa la nómina paralela, otros gastos y evitar que se profundice la crisis fiscal del municipio de Cali financiera como lo vamos a demostrar.
Se requiere un programa de ajuste fiscal y financiero, se requiere una reforma fiscal y administrativa para sanear las finanzas y tomar decisiones de fondo que tienen que ver con el sistema de transporte masivo y con la contribución de valorización de Cali.
Y el actual plan de ejecución financiera para el MIO con subsidios anuales superiores a $130 mil millones hasta el año 2029 y tanto compromiso incumplible en educación, infraestructura, salud, malla vial, seguridad, administración, etc, genera un gran hueco fiscal y sumado a la obligación legal de terminar las 21 megaobras, con cifra superior a $1.1 billones , hace que los presupuestos anuales sean deficitarios en la realidad, lo que exige una intervención por parte del Ministerio de Hacienda para que garantice que las finanzas públicas del municipio de Cali sean sostenibles y fiscalmente viables.
Antecedentes – sStuación financiera de 2013-2018.
Evolución de los ingresos no tributarios DECRECIENTES
En el 2013 se tuvieron ingresos corrientes de $2.59 billones y $318 mil millones de ingresos de capital; en el 2014 $2.63 billones y de capital $416 mil millones; en el 2015 $2.82 billones y $469 mil millones; en el 2016 $2.87 billones y $503 mil millones de ingresos de capital; en el 2017 $2.96 y $789 mil millones de ingresos de capital y en el 2018 se obtuvieron $2.92 billones y $772 mil millones en ingresos capital. Entre el año 2016 y 2017 se produce una disminución en los ingresos corrientes y en los ingresos de capital.
Los ingresos no tributarios tienen un componente decreciente en el año 2013 hubo $379 mil millones; en el 2014 $366 mil millones; en el 2015 $321 mil millones; en el 2016 $205 mil millones; en el 2017 $272 mil millones y en el 2018 $245 mil millones, INGRESOS muy inferiores a lo recaudado en el 2013, en el 2014 y en el 2015.
El impuesto predial en Cali ha crecido en los últimos cinco años a un promedio anual real de 7.6%, el de Industria y Comercio el 5.1%, la sobre tasa a la gasolina el 4.3%, las estampillas el 20.4%, la sobretasa ambiental 5.8%, la delineación urbana el 9.1% y los otros ingresos tributarios el 19%.
Entre los ingresos tributarios, el predial tiene el 39% en el año 2013 y en el 2018 el 55%.
Cali a olvidarse de la contribución de valorización
La caída de los ingresos no tributarios tiene que ver con la contribución de valorización quien en el 2013 tuvo $119.603 millones, en el 2014 $119.887 millones en el 2015 $58.056 millones, en el 2016 $17.017 millones, en el 2017 $21.908 millones y en el 2018 a pesar del papayaso $10.228 millones. Estas últimas cifras no permiten hacer ninguna de las obras faltantes que tienen que ver con la ampliación de la carretera al mar, que valen más de $400 mil millones, la prolongación de la Av. Circunvalación del sur que vale más de $400 mil millones y los 110 km de vía que vale más de $300 mil millones.
La borrachera del gasto público, 2013: $1.8 b , 2018 $2.8 b

Los gastos de inversión del año 2013 fueron $1.86 billones, ha sido creciente hasta las 2018 que está en $2.83 billones; los gastos de funcionamiento en el 2013 fueron $547 mil millones, en el 2014 $501 mil millones, el 2015 $511 mil millones, en el 2016 $519 mil millones y en el 2017 $588 mil millones y en el 2018 $559 mil millones.
Los servicios personales han pasado de $113 mil millones en el 2013 a $152.494 millones y los gastos generales han pasado $49.364 millones en el 2013 al 2018 en $84.368 millones.
El superávit primario, la diferencia entre los ingresos corrientes y los recursos de capital, diferentes a desembolsos de crédito, privatizaciones, capitalizaciones, utilidades y la suma de los gastos de funcionamiento, inversión y gasto de operación comercial, indica la situación grave de la ciudad de Cali sin tener en cuenta la valorización para las 21 Megaobras, sin calcular los mayores costos que tiene las obras que se le adeudan a los caleños, y que sería un sobrecosto, detrimento fiscal por mala planeación , como si fuera un servicio adicional de la deuda.
Error legal, delictuoso
El superávit primario del municipio fue creciente en el gobierno de alcalde Guerrero de $406.000 millones y lo entregó en el 2015 con $448,299 millones y hoy ese superávit primario tan sólo es en el 2018 de $199.818 millones. Quiere decir que se ha reducido en un 51%. Y esto sin contar con las 21 megaobras, cuya obligación legal es inmediata como gasto de inversión, luego no hay margen de actuación económica ni sostenibilidad.
Se hace más la proyección del plan financiero de 2020 – 2030, porque no se tiene en cuenta los gastos que incurren en las Megaobras que hoy se deben y superan el 1.1 billones de pesos.
Luego fue mal calculada la proyección a 10 años tanto del ingreso como del gasto y eso no permite cumplir la normativa presupuestal vigente.
Insólitamente se coloca como ingreso lo que deben los caleños con intereses pero como gasto tan sólo se compromete este mismo valor y es la gran equivocación donde en sola contribución de valorización hay un déficit superior a $800 mil millones, que hace inviable el marco fiscal de mediano plazo. ( La cartera de dudoso cobro es de $ 380.482 millones ). Todo porque se programan ingresos con el flujo de caja esperado por la valorización y sus contribuyentes, con el cobro de la cartera, que corresponde a 80.000 predios con cartera a 31 de agosto de 2019.
Hábilmente el municipio simplemente coloca como plan financiero 2020-2030, los gastos correspondientes a cada año de conformidad a los ingresos, en el 2020 se colocan: 69 billones de pesos de inversión y, 723 mil millones de pesos en gastos de funcionamiento y un pago de la deuda de 112 mil millones de pesos. Se espera pagar la deuda y sanearla totalmente en el 2024.
Pero esto de conformidad a los ingresos y no a una realidad de los egresos que tienen que ver con la inversión obligatoria de la valorización para las 21 Megaobras.
El municipio de Cali en su marco fiscal no tiene considerado como deuda pública la contribución de valorización, y su gasto inherente, de una manera equivocada solamente se limita a establecer fechas de pago con los bancos, y va hasta el 1 de julio de 2023. Su equivocación parte del hecho de que no considera que son obligaciones que puede generar un riesgo financiero para el municipio, ni evalúa las posibles ocurrencia y determinado mecanismo para mitigar su impacto y conservar el equilibrio financiero.
La valorización como obligación legal en cualquier momento es fallada y por ello no conserva el equilibrio financiero al no tener en cuenta las s 21 Megaobras. Por supuesto que hay un gasto gubernamental por encima de los ingresos, porque se ha establecido una obligación de hacer de las obras, con cada contribuyente. Los compromisos que se adquiere por políticas públicas en este caso la valorización, no están en las posibilidades fiscales del municipio.
El municipio cree que la deuda pública solamente son las obligaciones financieras contraídas por el gobierno, en el que se compromete pagar intereses y el préstamo original. Ahí está su gran error premeditado y delictuoso a propósito de una manera ilegal. Por eso no refleja en los saldos la obligación.
Valorización es un pasivo legal exigible

Y no se entiende que el pasivo contingente es una obligación surgida a raíz de sucesos pasados, cuya existencia puede ser consecuencia con cierto grado de incertidumbre, de un suceso futuro o que no está recogida en los libros por no obligar a la empresa a desprenderse de sus recursos o no ser susceptible de cuantificación.
Es un pasivo exigible, porque es una deuda surgida de una operación comercial legal, como fue la del instrumento financiero de la valorización para ejecutar un plan de obras. No olvidar que los pasivos se cancelan a lo largo del tiempo también con productos o servicios, en este caso son las obras. El pasivo exigible se refiere al municipio de ser responsable de hacer las obras.
Por esta razón el municipio de Cali no tiene capacidad para cumplir con las obligaciones de deuda, teniendo las condiciones actuales, por eso no alcanza a realizar, menos a proponer a la banca, operaciones de deuda para financiar el Plan 21 Megaobras.
Y el municipio de Cali no tiene cómo asumir los costos inherentes al Distrito Especial como capital.
Y dentro de este proceso de análisis de la sostenibilidad del municipio, tiene que ver con el plan de salvamento del transporte masivo MIO. Equivocadamente el Alcalde asumió un subsidio permanente del sistema de transporte masivo, inyectando los contratos con unas cifras gigantes, que obligan cada año hasta el 2028 a asumir un subsidio que arranca con $195.000 millones y termina en el año 2028 con $138.000 millones, eso es ilegal para darle el salvamento al sistema de transporte masivo. Lo hace porque cubre una diferencia tarifaria y se canalizan a través del Fesde del MIO.
Debe intervenir la nación…continuará
Anexo