Carlos Armando Cuervo Jiménez
Emprendedor y empresario con formación en Ingeniería Industrial

Ángela Merkel y Vladimir Putin son dos buenos líderes occidentales que comparten cualidades e historias semejantes.
Los dos son entre los actuales dirigentes políticos mundiales de los más longevos en el poder. Angela Merkel desde el 2005 es canciller de Alemania y Putin es presidente desde el 2000 con un relevo entre 2008 a 2012 periodo en el que fue escogido como primer ministro por la duma de su país por mayoría absoluta.
Ángela nacida en Hamburgo en 1954, pero educada en la RDA vivió bajo los estrictos parámetros de la ideología estatista y comunista de Alemania Democrática, graduada en Física y doctorada en esta misma profesión, entró en la política después de noviembre de 1989 y al igual que Vladimir, creció políticamente muy rápido al interior de su partido del que fue jefe desde el 2000 para luego convertirse en la canciller en 2005.
Vladimir es oriundo de San Petersburgo, nacido en 1952, abogado de profesión y miembro de la KGB desde 1975 hasta 1991, desde ahí inicio su carrera política que lo llevo a dirigir el estado ruso en el 2000.
Ambos han manejado proyectos políticos que devolvieron la credibilidad a sus respectivos países con mano fuerte pero justa y manteniendo niveles buenos de crecimiento real. Rusia hoy en día disfruta de niveles de consumo como los de cualquier nación europea, después del desbarajuste que significó el fin de la URSS.
Una investigación del servicio de noticioso británico BBC, indagó las causas por las cuales Putin es tan querido por los rusos y porque votan tan masivamente por él, dos razones emergieron economía y recuperación del nacionalismo y orgullo extraviado con el fin de la URSS
Sorprendentemente y a pesar de sus desvaríos mesiánicos, Putin le devolvió a Rusia el brillo perdido, inicialmente los rusos intentaron acoplarse al modelo europeo entre 1998 al 2004 pero fueron rechazados, en consecuencia tuvieron que adaptarse y resolver solos sus nuevos desafíos. Putin supo dirigirlos recuperando el orgullo ruso y su amor patriótico mientras realizaba reformas drásticas, además los encarriló económicamente a pesar de las innumerables trabas y sanciones con las que sus pares europeos los han castigado por diferentes razones.

Sus excesos arbitrarios son vistos por el ciudadano del común como normales puesto que las penurias económicas son cosas del pasado, aunque se le critica todavía por acontecimientos como el de la escuela Beslán, en Osetia del Norte, en septiembre de 2004 en donde terroristas islámicos retuvieron a 1100 personas y el ejército intervino con un saldo de 380 muertos, de los cuales 186 eran menores de edad.
También otro asunto candente, lleno de disputas con Europa y USA ha sido la anexión de la península de Crimea en 2014. Cabe aclarar que Crimea fue rusa desde que Catalina la grande expulsó a los turcos en 1774, anexándola en 1784 completamente al territorio ruso, pero en 1954 Nikita Jruschov por entonces líder máximo de la URSS decidió pasarla políticamente del control de Rusia a Ucrania, esta decisión dejó a la actual Rusia con un problema geopolítico grave, su base marina de Sebastapol, única que no tiene problemas operativos por el invierno ruso. Putin lo resolvió con una figura de referéndum duramente cuestionada por Europa y Estados Unidos.
Y para no dejar más cabos sueltos decidió construir un puente de 19 kilómetros uniendo el territorio ruso con la península obviando el tránsito por el territorio de Ucrania, este se empezó a construir en 2016 y se inauguró en mayo de 2018.
Como se puede entender él es un hombre de acción a pesar de sus excesos, respetado y querido por el 76% de sus conciudadanos que poco les interesa sus comportamientos absolutistas.

Ángela impuso recortes sociales y nuevas contribuciones que los alemanes como cualquier otra sociedad no querían aceptar, pero con su energía, su claridad y transparencia demostró que eran necesarios para poner orden en la casa; al punto que es la nación de Europa con mejores cifras de crecimiento y la que mejor pudo afrontar la crisis de las hipotecas, exigir ajustes severos a las naciones del sur de Europa inmersas en la crisis de la deuda, evitar la desaparición del Euro, enfrentar a Trump y sus disparates, soportar a Teresa May y a Boris Johnson con su BREXIT y apoyada en Macron sostener una Unión Europea con dos velocidades, y en este año capotear la crisis del covid19.
La señora Merkel es discreta, sobria llegando a ser austera hasta en el uso de su vestuario, en una entrevista la cuestionaron por repetir sus atuendos en las galas de Bruselas, su respuesta tajante no pudo ser más precisa “los alemanes me pagan para administrar el estado no para representarlos en la moda”.
En su día a día privado hasta hace la compra y no precisa de escoltas, choferes o lacayos, ejemplo para los políticos de estas latitudes que requieren de carros blindados y complejos operativos policiales. Lamentablemente ya debe dar paso a un remplazo, de seguro Europa y el mundo la extrañaran.
Cuando miro en nuestro país añoro que surgiera un líder siquiera con el 25% de la capacidad y entrega de estos dos estadistas, para superar la noche oscura por la que transitamos, debido a los anti-líderes que nos gobiernan, aun no lo avizoro.