
Por Ramiro Varela Marmolejo
Ingeniero Civil de Univalle, MBA U. V., Director de Caliescribe, constructor, Ex -Congresista y Ex Concejal de Cali.

Colombia tiene muchas dificultades, gran desigualdad e inequidad social, alta inseguridad en las ciudades, alta informalidad laboral, alto desempleo, fuerzas delincuenciales en subversión y que se tomaron gran parte del campo colombiano, pero unas autoridades legítimamente instituidas sin reproche internacional, un sistema democrático con libre empresa, libertades con opinión libre, sin perseguir la prensa y buscando garantizar los derechos civiles, sociales y económicos y ante todo un orden republicano. Aplaudir las marchas civilizadas y no dejar paralizar el país.
Pero lo que el gobierno nacional y los gobiernos locales no deben seguir aceptando son los delitos que tienen que ver con la obstrucción de las vías, los daños a bienes inmuebles y muebles, las lesiones y tentativas de homicidio en la lucha contra la fuerza pública, la afectación al transporte público, etc. Recordemos que somos 48 millones de habitantes y que los marchaste del 21 de enero no representan todo el país y es allí donde se debe guardar equilibrio.
El derecho constitucional no se puede confundir, una cosa es el derecho a la protesta y otro el derecho al orden público, a la seguridad y a la movilidad. Hasta el punto que alcaldes elegidos con la bandera contra el Esmad, ordenaron en este mes de enero su intervención más de 2 docenas de veces en las marchas del país, que se querían convertir en un nuevo bloqueo de Colombia. El balance del 21 de enero con el exceso de vandalismo, 10 policías heridos y 7 capturados, con buses dañados en Bogotá y Medellín, sigue teniendo gran afectación en la economía hasta el punto que en el 2019, la protesta ya hace parte del impacto económico nacional en décimas del producto interno bruto.

Por eso llegó el momento para que el Presidente Iván Duque inicie diaria y permanentemente, la maratón de hechos que demuestren resultados del proyecto económico del país, con decidida justicia social. Muy bien lo planteó en el plan nacional de desarrollo 2018 – 2022 ¨Pacto por Colombia, Pacto por la equidad, pero le falta al ejecutivo y al gobierno nacional, probar una mayor caracterización y amor por los social, o mejor, un sabor popular como mandatario.
No debemos seguir con esas tasas de desempleo e informalidad laboral, es allí donde decididamente el Presidente de la república y el gobierno tiene que estar trabajando, dedicado a construir él y su gabinete, plazas laborales apoyando al sector privado, pero también maximizando desde el presupuesto público la inversión y los resultados sociales. Y la primera maratón debe ser , la de la ronda nacional de empresarios generando empleo estable , nueva inversión nacional y extranjera.
Bienvenidos los movimientos de protesta, sin vandalismos y sin la violación de los derechos de los ciudadanos. El Presidente debe ser más activo en atender el comité nacional del paro, dar más juventud a su mandato, bajándole a la jerarquía presidencialista, como pasó con los indígenas del Cauca y con el mismo comité. Al mismo tiempo, no se trata de volver la protesta en sesiones permanentes, para ello se debe racionalizar el dialogo civilizado, no se puede confundir, creer que estamos en una asamblea nacional constituyente, cuando tenemos una organización de estado, división de los poderes públicos, qué se debe respetar. Y volver a escuchar en las cámaras legislativas, inclusive llamando a sesiones extras y dar respuesta a muchas de sus inquietudes, pero no se puede permitir que se excedan en radicalizar una protesta social. Pero el comité nacional de paro, como a los marchantes deben racionalizar sus solicitudes, exageraron en ellas, más de un centenar de exigencias, muchas inviables.

Hay que decirlo con claridad, el dique de esta situación tan delicada está en el mismo talante del presidente de la república para convertir esta crisis en oportunidad. Es un propósito loable asistir a cuanta reunión empresarial o gremial tiene el Presidente, pero de esa misma manera debe tener la actitud con el trabajo social, una nueva ecuación, dedicarle la misma dinámica, el mismo tiempo y la misma difusión comunicativa a todos sus diálogos empresariales y gremiales, con una maratón de resultados sociales, que sería muy conveniente
Al gobierno hay que exigirle, rectificar su plan de acción de su plan de desarrollo y del programa de gobierno, pues hay muchos incumplimientos, como en 17 meses, aún la lucha contra la corrupción no se ha dado suficientemente y por la generación de empleo y la lucha contra informalidad. Allí está la clave, demostrar que la economía y el gobierno están al servicio del ciudadano, poniendo el país en una maratón de resultados sociales.