Con gran desfachatez el presidente Santos le respondió a una periodista de la cadena Caracol alarmada por el alza desbordada de los precios de varios de los productos, bienes y servicios que se ofrecen en el mercado, que no había por qué preocuparse ni sorprenderse por tal fenómeno especulativo, puesto que el mismo obedecía a que por el mes de enero de todos los años era muy común su ocurrencia, no obstante que el gobierno había adoptado todas las medidas para contrarrestar la especulación en contra de los consumidores.
Para algunos analistas la variación de los precios no depende del aumento del IVA, sin embargo está claro que la mayoría de los comerciantes que agotaron sus inventarios en el mes de diciembre, están cobrando dicho impuesto con los tres puntos adicionales del 16% al 19% por cada uno de los artículos que ofrecen en el mercado sin que aun haya entrado a regir dicha medida, lo cual desde luego constituye un acto de especulación que debe ser sancionado por las autoridades respectivas.
Para otros analistas los precios de los productos y servicios han subido no solo por el incremento del impuesto del IVA sino debido a otros factores como la inflación y el aumento del salario mínimo, circunstancia ésta que tratan de compensar ofreciendo sus artículos con rebajas hasta del 50%, lo cual por supuesto no afecta sustancialmente sus ganancias que mantienen aumentando el volumen de sus ventas al consumidor final.
No faltan quienes afirman que las alzas se harán cuando se aumenten los precios de las materias primas lo que viene sucediendo desde tiempo atrás.
En fin de cuentas la mayor parte de las alzas serán absorbidas a través de las compras que realizan la clase media y los sectores populares que tendrán que cargar con el fardo del IVA, la inflación e infinidad de impuestos derivados de la nueva reforma tributaria, en tanto se disminuye su capacidad adquisitiva con todo y la alharaca sobre el incremento del salario mínimo como factor determinante de las alzas el cual está por debajo del verdadero salario real en una economía en donde los especuladores tienen patente de corzo para apropiarse mediante el alza orquestada de los precios de los pocos ingresos del trabajo, generándose con ello un mayor empobrecimiento de la masa laboral sobre la cual se descarga en gran medida el peso de las alzas y de la inequitativa, injusta y antidemocrática reforma tributaria.
De todo este tejemaneje no se salvan los caleños que tendrán que pagar mayores impuestos, tasas y contribuciones impuestas por el gobierno municipal para circular sin pico y placa, estacionarse, transportarse en el MIO, todo ello para financiar la quiebra del masivo en cabeza de sus operadores, en lo que parece haberse convertido en una especie de “barril sin fondo”, pues además de los 12.500 millones de pesos que aprobó el Concejo Municipal con destino a la creación de un fondo especial para solventar dicho sistema, en el pasado inmediato se entregaron ingentes cantidades de dinero del presupuesto municipal para cumplir presuntamente con dicho propósito.
A estas alturas y con el alza en el precio de los combustibles, las llantas y los repuestos y por supuesto del IVA al igual que de los productos, bienes y servicios, a los consumidores y a los usuarios en general no les queda otra alternativa que prescindir de dichos bienes y servicios, si antes no se unen, organizan y realizan las acciones de protesta pública contra este estado de cosas que se repite incesantemente contra el pueblo colombiano y en particular contra los caleños y vallecaucanos que no deben conciliar con el mismo ni permitir su justificación con argumentos sofísticos e interesados de los gobernantes de turno para favorecer a determinados sectores de la sociedad que detentan el poder económico y político de la misma.
Veeduría Ciudadana por La Democracia y La Convivencia Social
El Control Ciudadano Sobre la Gestión Pública es Condición Indispensable para el Ejercicio de la Democracia y la Convivencia Social