Por redacción política
ANIF pone sus cartas claras para la reforma pensional y hace la propuesta base: los hombres se pensionarían a los 65 y las mujeres a los 62, aunque el gobierno aclara que ésta no es la base de la reforma. Según cálculos de la entidad este aumento de la edad podría reducir, en el 2015, al 3,5 del P.I.B la carga pensional, lo que en términos macroeconómicos supondría un diferencia abismal con las cifras de hoy. La presión de los trabajadores ha obligado a que esta propuesta se desmonte y la ANIF advierte que el gobierno no quiere enfrentar esta realidad, que podría terminar en una crisis de sostenibilidad.
Luz Betty Jiménez de Borrero, abogada laboralista, tiene claro que la ley aumenta el número de aportes y el valor de las cotizaciones. “Resulta que si analizamos la manera en que se está manejando la economía en el país, si usted ve la letra pequeña del tratado de libre comercio y lo analiza desde el punto de vista laboral, lo que viene para el país es la tercerización, la informalidad. Hablamos de gente que no está en el sistema de pensiones porque sus ingresos no le dan, porque son independientes, y los que son dependientes han entrado en la tercerización de la que hablamos, la cual les deja unos ingresos mínimos. Entonces, cuando esa persona llegue a la edad de pensionarse no va a tener ahorros suficientes, ¿cuál va a ser su calidad de vida?”
Es un hecho que para la mayoría de los colombianos las pensiones son el salario mínimo y ése es un debate que el país no ha querido hacer. Fundamentalmente se escapan a esta regla los altos ejecutivos y altos funcionaron del estado, que en su gran mayoría no aportaron al sistema de pensiones, pero que cuando llegó la ley 100 se fueron al sistema de prima media con prestación definida, la del Seguro Social. Esta inequidad, esta insostenibilidad deja claro que hay un problema estructural que se debe corregir.
Por demás hay una duda generalizada en aquellos que se limitan a la matemática básica. ¿Qué va a pasar cuándo la población envejezca y existan más personas pensionadas que trabajando? Para responder a esta pregunta, en primera instancia habría que mirar hacia Europa, que combina una alta esperanza de vida al nacer con una disminución del índice de natalidad.
Pablo Borrero, abogado constitucionalista, recuerda el caso de EMCALI: “En las empresas municipales de Cali en un tiempo se jubilaban con 20 años de trabajo, sin importar la edad. Eso en las condiciones actuales no es posible. Así mismo, hoy el promedio de vida es de 73 años. La gente vive más y se supone que por lo tanto puede trabajar mucho más tiempo y eso va a incidir en que se modifique la edad para jubilarse. El problema es este: ¿Cuándo se puede jubilar un persona? En primer lugar, cuando tiene trabajo. Si no tiene trabajo estable no se va a poder jubilar nunca, independientemente de la edad y de las cotizaciones que haya hecho. El trabajo inestable, trabajo de seis meses, de un año, no va a permitir que llegue al tope de las cotizaciones y se va a pasar 70 u 80 años sin poder reunir ese requisito y no se va a poder pensionar. A lo mucho le regresarán unos pesos devaluados del ahorro que a hecho toda su vida. La solución, entonces, al problema de las pensiones es el trabajo estable”.
Sin no hay trabajo no hay posibilidades de pensionarse. Punto. Se habla mucho de la Constitución pero aquí se ha desnaturalizado el estado social de derecho. Uno de los principios del estado social de derecho es la calidad y abundancia del trabajo y promover el bienestar general. Las estadísticas que da el gobierno no son reales y ANIF advierte que esto se sabe en el seno del Congreso.
Otros de los puntos que toca ANIF es la propuesta de una pensión subsidiada para los que cotizan un salario mínimo. Se deja abierta una brecha en el presupuesto, según esto, que habría que cubrir con recursos de las regiones, como es costumbre. Pero más allá de esto, la discusión de fondo, sigue siendo matemática:
Es una realidad que a medida que se eleva el promedio de edad y a medida que mejora, por la tecnología, la calidad de vida de las personas, va a ver, con las normas que seguimos, un porcentaje mayor de personas pensionadas. Ese es un argumento que están utilizando para pagar pensiones por debajo del mínimo y máximo hasta dos salarios mínimos.
Hay que tener en cuenta la existencia de unos decretos especiales, que imponen a los fondos de pensiones y de cesantías invertir sus aportes en portafolios, en acciones que se van a comprar y a invertir. Se supone que estas inversiones deben diversificarse, que no se le van a poner todos los huevos en la canasta de Ecopetrol, que, en resumen, se va producir una ganancia sobre los aportes hechos por los trabajadores. De ahí, en teoría, debe salir el faltante.
Los fondos de pensiones no se nutren únicamente de los aportes sino que se nutren de la rentabilidad que tenga ese ahorro en el portafolios de largo o mediano, plazo, de riesgo o no. Por eso es que una persona teniendo determinado ahorro en el fondo de pensiones, de acuerdo al marcado bursátil, puede tener 100 millones de pesos en su fondo y dos meses después puede tener 70, dependiendo del vaivén del mercado accionario. Esto se debe a que es ahorro individual con prestación definida, como aclara Luz Betty de Borrero:
“No solo se trata de que la gente viva más, ése es un planteamiento equivocado, una premisa errónea que lleva a tomar decisiones erróneas. Según ese orden de ideas lo mejor sería que la gente no viviera tanto, que el estado velara para que la gente muriera de mediana edad. Para estos gobernantes ineptos del mundo y de Colombia es un problema que haya gente mayor de 70 años, por la cuestión alimentaria, porque es la gente que sale más costosa al sector salud. Parece que el gobierno quisiera deshacerse la población anciana para así no tener que ocuparse de ella”.
El Viceministro de Trabajo inició el año con el aumento de la edad, pero el Ministro Rafael Pardo lo desmintió. Claro, esto tiene que ver con la reelección presidencial de Santos, luego la suerte del proyecto no está escrita. Mientras, el procurador y los medios nacionales pontifican sobre las pensiones de la justicia, magistrados y auxiliares, lo que ha indignado a los Colombianos.