*Nicolás Ramos G

La Ley de la termodinámica “que nada se crea, solo se transforma”, no es derogable y muy claramente dice lo que ocurre con el agotamiento de los recursos renovables y no renovables del Planeta Tierra. Así, para cada millón de nuevos seres humanos se necesitan del orden de 65 millones de kilos de materia orgánica y para su mantenimiento a lo largo de su vida posiblemente una cantidad igual. Sostener de comida y agua a los 7.500 millones de seres actuales es cada día más difícil o imposible para esos recursos finitos de la Tierra. No olvidemos que ya cerca de 2.000 millones de personas pasan hambre y sed.
¿Qué implica lo anterior? La urgente necesidad de dos esenciales políticas mundiales e individuales:
1ª Debemos detener el crecimiento poblacional desarrollando contundentes campañas educativas dirigidas a la comunidad. Estudiosos del acontecer humano reiteradamente dicen que “en el Teatro de la Tierra no hay sillas para tanta gente”.
2ª Debemos minimizar el consumo de todo tipo de bienes y servicios. En otras palabras, volver a la conducta de tiempos pasados, es decir, antes de la revolución industrial que incrementó la oferta de bienes de consumo y con ello el desperdicio, que a su vez centuplicó la contaminación de ríos y mares con millones de toneladas de basura, el agotamiento de la tierra fértil y la destrucción de los esenciales bosques.
En el afán de ampliar los mercados se cambió el concepto de no reparar, ni rehusar por el de bote y compre otro, es más barato y fácil. Así se creó la falacia o mentira que el crecimiento del PIB es desarrollo, cuando es en realidad la velocidad del agotamiento de esos recursos finitos y no muestra la verdadera calidad de vida.
Ya pasamos el límite de poder consumir sin medida y la actual civilización basada en el consumo de las energías fósiles como el carbón y el petróleo, que se acumularon en millones de años, las ha gastado en menos de dos siglos, originando la emisión de gases de efecto invernadero y con ello el calentamiento de la atmósfera con sus nefastos efectos en el comportamiento del clima.
O controlamos el calentamiento global, detenemos la explosión demográfica y minimizamos el consumo y los desperdicios, o los días del orangután sin cola, andar erguido y cerebro grande, que en la actual pandemia ha demostrado no ser tan sapiens, acortará sus días en esta pelota llamada Tierra, que forma parte de los 8 planetas de nuestro sistema solar. Es decir, tenemos que cambiar y ser ahorrativos, reciclar y cuanto antes llegar a basura cero.
Nada se puede desperdiciar, hoy es un lujo imposible si queremos prolongar la vida humana en el Planeta Tierra.